Cárcel, OVP, Lara

Las 258 reclusas que fueron sacadas del anexo femenino de la Comunidad Penitenciaria de Fénix, luego del motín del 17 de mayo, fueron devueltas a su sitio de reclusión, pero ya no cuentan con sus pertenencias. En la reyerta hubo 11 personas muertas, entre estas 2 custodios y 9 presos.

Las madres de las reclusas denunciaron que cuando las sacaron del anexo femenino, hace menos de un mes, pudieron sacar sus pertenencias y las llevaron al galpón donde fueron trasladadas, pero miembros del Grupo de Respuesta Inmediata de Custodia se las botaron, incluso, los uniformes. Se quedaron con la ropa que llevaban puesta.

Ayer se informó que les permitieron conversar por teléfono con familiares durante 2 o 3 minutos, luego de pasar 32 días incomunicadas, para notificarles que hoy deben llevarles artículos personales al penal porque no tienen nada.

Los parientes informaron al Observatorio Venezolano de Prisiones que a su llegada al galpón las mujeres estuvieron 5 días sin bañarse y que debido a la falta de higiene diaria algunas presentan infecciones vaginales, por lo que los parientes piden que sean llevadas a un centro de salud. En los 31 días que las reclusas estuvieron en el galpón hicieron sus necesidades en bolsas plásticas lo que ocasionó que ahora algunas de ellas presenten infecciones. No les dieron acceso al baño.

Además, exigen a las autoridades que sea reanudada la visita, pues es violatorio de los derechos humanos eliminar el encuentro entre las detenidas y sus familiares por seis meses como se los han informado.

Las madres que denunciaron prefirieron permanecer en el anonimato, para evitar que sus hijas sean castigadas con aislamiento. También informaron al OVP que sus familaires no llevan sol durante las mañanas. Las sacan a las 4:00 pm hasta las 8:00 pm sin tomar en cuenta que hay mujeres mayores y algunas enfermas. Durante cuatro horas hacen orden cerrado. Algunas de las privadas de libertad fueron golpeadas, además de recibir maltratos verbales. Tres de ellas sufrieron convulsiones.

Las madres dijeron que durante las llamadas de sus hijas podían escuchar cómo las custodias gritaban: “¡Se apuran!”. Durante ese tiempo fue que les dijeron que las reclusas pasarán seis meses sin visita.

“Es injusto que sigan castigadas sin tener nada que ver con el motín. No sabemos por qué la agarraron con ellas y estamos conscientes de que no quieren dejar que las visitemos para que no veamos los morados que deben tener en su cuerpo”, expresó la hermana de una reclusa.

Las denunciantes pidieron que sus parientes detenidas deben de ser evaluadas por un médico y que permitan que sean trasladadas a un centro de salud.

En cuanto a los presos de la Comunidad Penitenciaria de Fénix, sus familiares informaron al OVP que las áreas de observación, mínima y máxima, que sí han recibido visita de familiares, les fue restituido el baño. En el mes de mayo el baño había sido clausurado para los parientes que tenían que ir a las áreas comunes o salir del penal antes de concluir la visita, porque no tenían dónde hacer sus necesidades.

“No sabemos por qué la agarraron con ellas y estamos conscientes de que no quieren dejar que las visitemos para que no veamos los morados que deben de tener en su cuerpo”.

Madre de una de las reclusas del anexo femenino de Fénix

 


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