El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas determinó que el doble homicidio y posterior suicidio ocurrido en Oripoto, en El Hatillo, fue por motivos pasionales, informó ayer extraoficialmente un funcionario del organismo judicial, que se encontraba a las puertas del townhouse A-2 situado en la calle Las Mercedes, residencias Casas de Oripoto, propiedad de la pareja Brandt Martínez.

Una inspección en el  lugar determinó que del arma, propiedad de Brandt, fueron efectuados cuatro disparos. El primero de ellos contra la niña de 6 años de edad, de nombre Amalia Sofía Brandt Martínez, hija única de la pareja.

“Los hechos ocurrieron el domingo antes de la medianoche. Luego de asesinar a la pequeña, presumimos que Brandt persiguió a su esposa hasta la cocina y forcejearon. El segundo impacto de bala se vio reflejado en uno de los vidrios de la ventana, el tercero fue contra la mujer y el último contra el mismo”, explicó la fuente al realizar la reconstrucción de los hechos.

Sobre la ubicación de los cadáveres, el detective dijo que yacían boca abajo. “De acuerdo con los elementos pesquisados, podemos asegurar que luego de que Brandt le disparó a la mujer, él se arrodillo, pudo haber reaccionado sobre los hechos y decidió dispararse. El arma quedó en medio de los cuerpos”, precisó.

Los familiares se encontraban ayer en la morgue de Bello Monte para realizar los trámites para el retiro de los cadáveres, pero no quisieron conversar con la prensa. Sin embargo, una tía de Brandt –que pidió no ser identificada– aseguró que su sobrino era un hombre muy posesivo y celoso: “Lo lamento de verdad, pero sí fue un crimen pasional”, expresó.


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