Un bebé de cuatro meses murió calcinado en la población de Aguasanta de la ciudad de Tucacas, en el estado Falcón.

El pequeño vivía con su familia en un conjunto residencial invadido, por lo tanto no contaban con servicios básicos óptimos en el lugar.

La tragedia ocurrió debido a que la madre dejó al pequeño solo mientras dormía, con el motivo de aprovechar la siesta del menor para ir a buscar agua a un pozo cercano en compañía de sus otros hijos.

Cuando la mujer regresó a la casa observó que un incendio consumía su hogar, donde el bebé se encontraba solo. Los bomberos de la localidad actuaron para eliminar el fuego, pero ya el pequeño había muerto calcinado.

Con información de El Clarín.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!