La celebración del carnaval en una localidad de Cancagüita fue interrumpida por un doble homicidio. En medio de un festejo, una ráfaga de disparos truncó la vida de dos personas que fueron identificadas como Ender Peralta, de 22 años de edad y agricultor, y Vita Díaz de Córdova, de 62 años de edad. Ambas víctimas presentaron tiros en la espalda.

La fiesta se realizó el lunes en la noche en un club situado en la parroquia Aragüita, un asentamiento adscrito al municipio Acevedo en el estado Miranda.

En horas de la madrugada, un grupo de hombres irrumpió en el festejo y accionaron sus armas de fuego contra los presentes; algunos lograron resguardarse, mientras que Peralta y Díaz no corrieron con la misma suerte. Funcionarios del cuerpo detectivesco levantaron la escena del crimen y trasladaron los cadáveres a la sede de la medicatura forense, en Bello Monte.

Sobre la localidad se conoció que es una zona muy deprimida donde no hay fuentes de empleo y el único oficio para subsistir es la agricultura, que ejercen en conucos o lotes de tierras que se alquilan para trabajarlas en temporadas de cosecha.

“Mi hermano vivía de la agricultura, era lo único que le generaba ingresos para mantener a su esposa e hijo de un año de edad. En esos caseríos proliferan las bandas criminales. Es por ello que muchas tradiciones se han perdido por la falta de seguridad”, expresó Zaida Ramos, hermana de Peralta.

De Vita Díaz de Córdova, Ramos solo agregó que era una amiga cercana a la familia. Con su muerte se eleva a 14 el número de mujeres asesinadas en la Gran Caracas en lo que va de 2108.

Petare

Andrés José Osorio Monasterio salió de su residencia situada en el sector El Aguacatico, barrio Unión de Petare, municipio Sucre, estado Miranda, el viernes 9. Eran las 7:30 de la mañana y debía encontrarse con un conocido que le daría empleo como  ayudante de albañilería.

En la entrada de su calle estaban tres adolescentes con una cartera de la que extraían credenciales, tarjetas y otras identificaciones. “Una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas ingresó al sector en busca de un grupo de hombres que más temprano habían robado a un policía y, según características ofrecidas por testigos, los delincuentes estaban en la entrada del barrio Unión, pero nunca los encontraron. Cuando mi muchacho pasaba por el lugar, los policías –que nunca preguntan–  le dispararon tres veces. Uno de los tiros los recibió en el corazón”, relató el padre de Osorio, que pidió no revelar su nombre por temor a posible venganza.

A Andrés José Osorio lo montaron en la patrulla del Cicpc y se lo llevaron al hospital Domingo Luciani en El Llanito. La víctima era el tercero de cuatro hermanos.


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