La Fuerza Pública de Colombia ha destruido 9 pasos ilegales, conocidos como “trochas”, en lo que va de año en la frontera colombo-venezolana, puntualmente en el eje limítrofe del área Metropolitana de Cúcuta.

Apoyados con maquinaria pesada, entre retroexcavadoras y volquetas, la Policía Nacional y el Ejército deshabilitaron este entramado de ‘agujeros negros’, que se encuentran cerca de los corredores fronterizos y que son usados por las mafias para mover la droga, el contrabando, el tráfico de armas y la trata de personas.

En este tramo de la frontera se han identificado unos 100 caminos destapados, que pueden alcanzar una distancia de hasta dos kilómetros y desembocar en territorio venezolano, según un reporte de inteligencia.

“La ampliación de la Fuerza Pública es fundamental. Lo que ha hecho el Estado colombiano es actuar con solidaridad y generosidad con los venezolanos, pero también debemos decirle a la ciudadanía que esto lo seguiremos haciendo en un marco de seguridad y de un control riguroso, muy ajustado a la defensa de los derechos humanos”, explicó Felipe Muñoz, coordinador de este plan extraordinario.

Sobre estas arterias clandestinas también persiste un paso ilegal de migrantes. Durante el cierre fronterizo, que fue decretado el fin de semana por las elecciones parlamentarias, unas 14 personas fueron sorprendidas tratando de atravesar estos cruces ilegales. 

En los últimos meses, un total de 30 extranjeros fueron dejados a disposición de Migración Colombia por emplear estos caminos irregulares, que, según las autoridades, abarcarían un perímetro de 143 kilómetros.

Entre 2015 y 2018, la Policía Nacional ha intervenido un total de 67 pasos ilegales, que se han logrado identificar en la capital nortesantandereana y en el municipio vecino de Villa del Rosario.

Para organizaciones defensoras de derechos humanos, como la Fundación Progresar, el desarrollo de estos operativos representa un ataque frontal a la estructura logística de la economía criminal que impera en zona de frontera, pero no resuelve de fondo esta problemática.

“Por primera vez en muchos años se han atacado algunos pasos ilegales que tenían más de 20 años de estar operado. Solo ahora se adelantan estos operativos para sacar de funcionamiento estos pasos ilegales. No obstante, hay grupo armados ilegales como los Gaitanistas que cuentan con el banco de maquinaria necesaria para construir inmediatamente más vías de este tipo”, explicó Wilfredo Cañizares, director de esta organización no gubernamental.

Este defensor de derechos humanos pudo establecer que la ola de violencia desatada a finales del año anterior derivó en buena medida de una disputa entre las nueve estructuras criminales con injerencia en esta línea divisoria, por el control territorial de estas arterías ilegales, por donde se movería gran parte de las 90 toneladas de cocaína que se producen anualmente en la región del Catatumbo.

Luego de tres días de cierre fronterizo, Migración Colombia entregó un balance de normalización del flujo migratorio en los tres puentes internacionales que unen al departamento de Norte de Santander con Venezuela.

El movimiento de este lunes no sobrepasó el promedio diario de 35.000 personas cruzando por estos corredores fronterizos, según la entidad.

Un seguimiento a este fenómeno migratorio estableció que entre lunes, martes, miércoles y jueves de la semana anterior unos 250.000 ciudadanos alcanzaron a ingresar a territorio colombiano. El volumen de entradas se disparó por el desespero de muchos extranjeros por aprovisionarse de alimentos y medicinas ante el anuncio de Colombia de suspender el paso peatonal con el vecino país con motivo de la jornada electoral del domingo.


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