Es el trastorno más extendido en estos momentos en Venezuela y se debe en gran medida a la crisis del país, afirma el psiquiatra Luis José Uzcátegui, especialista en modelos emocionales, y antropólogo. “La desconfianza es la enfermedad del venezolano, no precisamente como patología, sino como enfermedad con una distribución genética; sufre por lo que pueda pasar en el presente y en el futuro. Es muy difícil conseguir en este momento un venezolano que no presente desconfianza”, señala.

—¿Cómo se origina?

—La desconfianza es un aprendizaje de la mente que se adquiere cuando se dan experiencias muy adversas, traumáticas, catastróficas; mentiras. Pero no hay desconfianza si previamente no se genera en el cerebro la confianza, que es lo más importante. La desconfianza es una disfunción de la función normal que es la confianza.

—¿Todos los venezolanos están enfermos de desconfianza?

—Sin duda. La situación en Venezuela es tan complicada y difícil que la confianza ha cambiado a una función disfuncional que es la desconfianza. Por ejemplo, todos los humanos respiramos: es una función genética, pero cuando hacemos un esfuerzo como subir escaleras o correr aumenta esa frecuencia respiratoria que ya no es normal ni armónica, sino que cae en la disfunción. Esto es básicamente lo mismo. La confianza es la emoción social más importante que tiene el ser pensante. Sin confianza no existen las sociedades, pues en esta se fundamentan las relaciones entre las personas, la familia, la pareja… Cuando esos elementos se pierden aparece la enfermedad, y en Venezuela es difícil no tenerla.

—¿Se puede tener confianza en las instituciones, en los políticos?

—Es fundamental en las instituciones, pues se trata de una dimensión social que conecta con la sociedad. Y también en los líderes políticos, y tanto lo es que la gente siempre se pega a quien le ofrece algo. Claro, también la confianza es utilizada como una herramienta de tragedia cuando los políticos la usan para agredir.

—¿Puede el venezolano tener confianza en estas circunstancias?

—No podemos desvincularnos de los elementos de la confianza. Sin embargo, esos elementos están cada vez enmenos cantidad. Hace poco teníamos confianza y se pensó que podíamos conseguir algo más en las elecciones, y eso no duró. Cuando una sociedad tiene cada vez menos elementos de confianza se convierte en algo infernal y si no mire a su alrededor, a su lado.

—¿Cuáles son sus síntomas?

—El aislamiento y la desesperación porque las soluciones no se dan tan pronto como se quiere.

—¿Cuál es tratamiento para superarla?

—Hay unos modelos muy modernos para trabajar sobre la confianza, que es el alma de la sociedad civil. 

Tristeza y apatía

Wadalberto Rodríguez, presidente de la Sociedad Venezolana de Psiquiatría, informó que el objetivo del congresoque se va a realizar mañana en el hotel Renaissance, en La Castellana, es celebrar los 75 años de la fundación que los agrupa. Su creación ocurrió en los albores del modernismo del siglo XX, en el gobierno de Isaías Medina Angarita.  

El programa, que comenzará a las 8:30 am, anuncia seis conferencias sobre tristeza, apatía, trastorno bipolar, entre otros cuadros emocionales, y una mesa redonda en la que se destacará el valor histórico y actual del psiquiatra en la sociedad venezolana, con la intervención de Tomás Straka y Miguel Ángel de Lima. La jornada se cerrará con una exposición magistral sobre aspectos éticos de la especialidad médica y con una asamblea, a las 6:10 pm.


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