Al cuarto día del inicio de la paralización indefinida en hospitales, enfermeras que trabajan en el Hospital Materno Infantil de Petare, ubicado en el municipio Sucre, suspendieron sus labores para protestar por el exiguo salario y las deficientes condiciones de atención de los pacientes. Cada día deben enfrentar otro reto: sobrevivir a la crisis con un sueldo que varía entre los 200.000 bolívares y 480.000 bolívares quincenales por una jornada diaria de 6 horas. Reciben también 1.500.000 bolívares mensuales por concepto del bono de alimentación, pero no les alcanza para cubrir sus necesidades.

Informaron que a esta condición se suma la precariedad en la dotación del centro de salud materno infantil. La falta de material médico-quirúrgico se ha agravado durante los últimos meses. El número limitado de guantes, los pocos insumos para hidratar a los pacientes y la falta de agua en el recinto empeoran la situación. Actualmente hay 30 niños internados en el área de Pediatría y 20 en retén. Por otro lado, aproximadamente 70 pacientes obstétricas están hospitalizadas. “No nos damos abasto; hay mujeres que han dado a luz en el área de preparto y en los pasillos del hospital”, explicó.

La enfermera Angylber Rodríguez asegura que entre 80 y 100 menores han fallecido desde enero por la falta de insumos o complicaciones; sin embargo, esta última causa no tiene un peso representativo en los decesos, precisó.  

El hospital tampoco cuenta con las condiciones necesarias para atender a los pacientes. “Hay hacinamiento y no se dan las condiciones para atender a los pacientes. Hay algunos con sarampión, con deshidratación crónica, hay pacientes con los que tienes que lavarte las manos en todo momento y ni siquiera hay agua en el hospital”, señaló.

Las precarias condiciones en las que trabajan y las constantes denuncias sin respuesta provocaron que el personal se sumara a la acción que se inició el lunes 25 en hospitales. Las enfermeras indicaron que mantendrán sus labores en las áreas de emergencia. Sin embargo, de no recibir una pronta respuesta cesarán por completo la atención en el hospital.

El dato

La crisis de salud causó el éxodo de 70 de aproximadamente 300 personas que laboran en el Materno Infantil de Petare. “Ha habido renuncias masivas; semanalmente se efectúan de 5 a 10 renuncias en todos los turnos”, comentó la enfermera Angylber Rodríguez a El Nacional Web. Rodríguez no tiene hijos ni paga alquiler, pero lo que gana solo le permite pagar el transporte público y hacer alguna compra. “Tengo que rebuscarme”, dijo.


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