Continúan las muertes y los rechazos de órganos vinculados a la falta de medicación entre los trasplantados. Hace 2 días, José Herrera, de 55 años de edad y con injerto de hígado hace 5 años, perdió la vida, en el estado Zulia, por la falta de inmunosupresores.

La esposa de Herrera, Carmen Linares, denunció que desde hacía cinco meses el Instituto Venezolano de Seguros Sociales no le entregaba el medicamento ciclosporina y sus cuatro hijos debían comprarlo fuera del país. Herrera estuvo un mes sin consumir el inmunosupresor y empezó a mostrar un rechazo agudo que no pudo revertir. Sus hijos importaron el fármaco de Colombia, pero no llegó a tiempo.

El año pasado fallecieron dos personas que perdieron sus órganos y este año se suman seis muertes más. Codevida además denunció que dos adolescentes se encuentran en proceso de rechazo de sus hígados injertados por la falta de tratamiento.

Desde hace 8 meses empezaron a escasear los 9 tipos de inmunosupresores que deben tomar más de 3.000 pacientes de por vida para preservar el hígado o el riñón trasplantado. Estas medicinas las debe entregar la farmacia de alto costo del IVSS.

El 16 de marzo de este año, a través del Fondo Estratégico de la Organización Panamericana de la Salud, llegaron al país 24.900 tabletas de tracrolimus, 300.000 tabletas de micofenolato mofetilo y 147.500 tabletas de ciclosporina, pero faltan otros 6 fármacos, por lo que muchos pacientes siguen desasistidos.

“Obviamente, el efecto de la escasez de los inmunosupresores se está viendo porque los únicos que llegaron no cubren la demanda de los trasplantados a nivel nacional. Muchos de los pacientes no toman ninguno de esos dos medicamentos que están disponibles y eso seguirá afectando. Mientras el gobierno no asuma con responsabilidad lo que sucede en el país, las personas se seguirán muriendo”, denunció Francisco Valencia, presidente de Codevida.

El 22 de mayo la viceministra de Salud, Indhriana Parada, en la 71° Asamblea Mundial de la Organización Mundial de la Salud y ante delegaciones de más de 190 países, leyó un documento con anuncios de logros que carecían de estadísticas para fundamentarse. Entre sus aseveraciones, negó la escasez en el país de medicinas para pacientes crónicos.


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