La crisis económica que atraviesa Venezuela afecta todos los ámbitos, incluso la vida sexual de las parejas que deben enfrentar los elevados costos para los métodos anticonceptivos que pueden, incluso, superar el salario mínimo.

Los preservativos en las principales redes de farmacias tienen un costo de Bs 1.200.000 aproximadamente, lo que supera el aumento decretado el 30 de abril que situó el salario mínimo en Bs 1.000.000.

Una pareja que mantenga relaciones sexuales tres veces por semana necesitaría invertir al mes Bs 4.800.000, es decir que se requieren casi cinco salarios básicos para cubrir el costo mensual de los preservativos.

Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana, explicó que actualmente en las farmacias y droguerías del país cuentan con pastillas anticonceptivas, sin embargo, los altos precios impiden que las mujeres las adquieran. 

“Los anticonceptivos que están llegando al país tienen nuevas presentaciones con costos extremadamente altos”, indicó Ceballos a El Nacional Web.

El precio de las píldoras anticonceptivas oscila entre Bs 3.000.000 y Bs 8.000.000, así que una persona necesita al menos ocho salarios básicos para adquirir una caja al mes del fármaco.

El presidente de la Federación Farmacéutica explicó que las farmacias y la droguerías dejaron de pedir algunos medicamentos debido a que deben pagar de contado la mercancía.

“Antes las farmacias adquirían de 10 a 20 anticonceptivos y actualmente compran dos porque se han exacerbado los precios”, explicó.

Tres cajas de cada fármaco en los estantes de las farmacias son la evidencia de la crisis de medicamentos que enfrenta el país.

“La situación del sistema de pago para los inventarios hace que disminuyan las compras por parte de las farmacias (…) lo que está claro es que nosotros no vendemos harina de maíz, dispensamos medicamentos y no se pueden adquirir como antes”, dijo Ceballos.

Durante un recorrido por las principales farmacias de Caracas, se pudo constatar el descontento de algunos usuarios que requieren métodos anticonceptivos. Un joven que se encontraba en una farmacia, mientras miraba los anaqueles donde se están los preservativos, expresó a su amigo su descontento por el monto de los mismos.

“¡No puedo ‘echar un polvo’ porque le gastó el sueldo a mi mamá y no alcanzaría para la comida!”, comentó.

Mientras miraba los productos de la farmacia agregó que la única opción que tiene es “confiar en su pulso” debido a que tampoco puede comprar las pastillas anticonceptivas porque los precios aumentaron repentinamente.

Una joven, de aproximadamente 25 años de edad, se acercó al mostrador preguntando por un medicamento anticonceptivo. El farmacéutico le indicó que las pastillas tenían al menos un año fuera del inventario. La mujer bajó la cabeza agarrando su cabello diciendo entre dientes: “¿Ahora qué haré?”.

Mientras se retiraba del lugar, la joven expresó que se encontraba buscando las pastillas porque tiene ovarios poliquísticos y debe tomarlos como parte de su tratamiento.

Sexualidad insostenible                                         

María José Mijares, una madre venezolana, apuntó que prefiere hacer el esfuerzo de comprarle preservativos a su hijo para se proteja y no se contagie de ninguna enfermedad de transmisión sexual.

“Los padres tenemos miedo de que por irresponsabilidad los chamos se peguen alguna enfermedad”, expresó.

La organización no gubernamental Stop VIH indicó en un informe que en los últimos meses se incrementó el registro de infecciones por transmisión sexual en el país, especialmente la sífilis.

El documento detalló que los jóvenes encabezan el registro debido a la práctica sexual  desprotegida y por falta de campañas de prevención, lo cual también se puede ver reflejado en el incremento del embarazo precoz.

“Los más jóvenes no están conscientes de los riesgos de mantener relaciones sexuales sin cuidarse y por eso es que vemos a carajitas de 14 años de edad embarazadas o algún chamo con una infección”, señaló Mijares.

El informe elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas en 2017 señala que Venezuela registra el primer lugar de embarazos adolescentes en varias regiones: andina, suramericana y caribeña, de acuerdo con el promedio de fecundidad específica de adolescencia.

Una trabajadora de la Asociación Civil Planificación Familiar (Plafam), quien prefirió el anonimato,  indicó que actualmente las mujeres llegan de madrugada en búsqueda de métodos anticonceptivos alternativos debido a los altos costos de los métodos tradicionales.

Agregó que en la sede en la cual trabaja son muy pocos los implantes que llegan y se acaban rápido por la alta demanda de las personas.

La empleada de Plafam comentó que la desinformación aún se encuentra presente en la educación sexual de los jóvenes a pesar de las “múltiples campañas que pueden existir”.

“Muchos jóvenes por pena o por falta orientación prefieren quedarse callados y no preguntar sobre el tema sexual, esto es realmente grave por la situación actual del país”, advirtió.

Los ciudadanos ya no ven como prioridad adquirir preservativos u otro método anticonceptivo debido a que los alimentos se convirtieron en la prioridad de los venezolanos.

“Vendrá un punto en que las personas no compren más anticonceptivos y sería un riesgo para la vida sexual de todos”,  expresó.


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