La ineficiencia del salario mínimo para cubrir el precio de las necesidades alimenticias de los venezolanos cada día se hace más evidente. 

El Diario regional de Los Andes, en un reportaje especial, hizo un diagnóstico de lo que puede adquirir el ciudadano común con el un nivel adquisitivo estándar. Un ejemplo de ello es el constante aumento del queso, producto insigne de la región.

“Los distribuidores cuando van a despachar a sus clientes llegan con precios diferentes, indican que todo les sube para su producción”, informó el portal en una publicación reciente del 15 de enero.

Con la quincena de un salario mínimo mensual, estipulado en el último aumento presidencial anunciado el 31 de diciembre de 2017, es de 124.255 bolívares, lo que no alcanza para comprar un kilo del producto lácteo. El precio actualmente se ubica entre los 200.000 y 250.000 bolívares en algunas zonas de Trujillo, variando según el tipo de queso.

Otros derivados lácteos también exceden el nivel adquisitivo, como la ricota (150.000 bs), el requesón (de 160.000 a 180.000 bs).

Un alivio que muchos no pueden costear es el pago en efectivo en algunos locales, donde pueden comprar a un precio más bajo, pero con la limitante de que existe la escasez de billetes circulantes.

Puedes leer el artículo completo en el Diario de Los Andes.


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