La noticia sorprendió a pacientes, familiares y público. Las enfermeras de la Unidad de Diálisis Jayor, una de las tres más grandes de Caracas, ubicada en San Martín, renunciaron a sus cargos la semana pasada, luego de varios días de esperar respuesta del IVSS sobre el pago de sus beneficios.

“No quieren pagarles el recargo por horas adicionales nocturnas, que además generan  bono alimentario, y tampoco cuentan con transporte. Cuando se les planteó asumir el cuarto turno, alegaron que ni siquiera han recibido los aumentos salariales por decreto presidencial”, relató uno de los pacientes que acostumbra a dializarse en ese centro privado, subsidiado por el gobierno.

Las enfermeras se abstuvieron de dar declaraciones.

El viernes pasado, luego de la renuncia, una sola enfermera no titular, sin mucha experiencia, asumió la responsabilidad de aplicar el tratamiento a algunos pacientes que esperaban ser asistidos.

“En vista de esa situación, el resto tomó la decisión de poner en orden los kit de conexión, las vitaminas y medicamentos, y comenzamos a preparar las máquinas para conectarnos nosotros mismos. Fue así cómo pudimos ayudar a la enfermera, pero exponiéndonos a infecciones y arriesgando nuestra salud porque no somos expertos”, señaló el paciente.

Los enfermos que se encontraban ayer en la unidad denunciaron que el IVSS no ha enviado el material necesario al centro de diálisis. “Muchas veces debemos buscar por nuestra cuenta el material, y sobre el cual hay que aclarar no se vende en ninguna farmacia ya que el mismo instituto prohíbe su venta, lo que complica su adquisición”.

En la Unidad Jayor estaban habilitadas cinco salas de las cuales cerraron dos, porque las máquinas están dañadas lo cual ocasionó que pacientes reclamaran. La administración solucionó al colocarlos en otros espacios operativos para realizarse el tratamiento. El resultado fue que el personal de la unidad abrió un cuarto horario, lo que implicó reducir de tres a solo dos horas y media el tiempo de diálisis a todos los pacientes de la mañana, mediodía, tarde y noche.

Se espera que el IVSS resuelva el problema de las deudas salariales para retomar la normalidad de atención en esa unidad.

El Dato

En marzo pasado, de 129 centros de ese servicio en el país, 13 pedían cerrar y buscar cupos a los pacientes en otros lugares porque no pueden mantener los costos operativos. Desde septiembre de 2017 el IVSS no ajustaba la tarifa que pagaba por cada paciente en diálisis, lo cual se ha complicado por el acelerado ritmo de la  hiperinflación que ha mermado la capacidad económica de las unidades que atienden, por convenio, a los 15.000 pacientes del país.


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