Algunas familias venezolanas aún realizan la quema de un muñeco para simbolizar la finalización del año a pesar de las dificultades económicas para poder mantener las tradiciones propias de la Navidad.

“El fin de hacer los años viejos es mantener la tradición, para no dejar morir esta tradición, porque como hemos podido notar la ciudad está bastante triste, sola, y estos muñecos alegra”, comentó un ciudadano.

Algunos sacan el muñeco a las calles antes de tiempo para tratar de conseguir recursos que les permitan cumplir con la tradición, reseñó La Nación de Táchira.

“Lo estamos sacando temprano para buscar la ayuda económica que permita comprar la pólvora y quemarlo el 31 de diciembre a las doce en punto en la esquina”, dijo un tachirense.

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