Ayer, cerca de las 10:00 am, el ambiente de trabajo en el servicio de Cirugía del Hospital Universitario de Caracas fue interrumpido abruptamente. Funcionarios del Cicpc y del Sebin, vestidos de civil, se presentaron en esa área y sin orden judicial ni explicación alguna violentaron los lockers de los médicos que guardan allí sus pertenencias.

Minutos más tarde intentaron detener a dos cirujanos que cumplen la residencia en ese centro de salud, a lo cual personal del servicio, junto con pacientes y visitantes se opusieron, según informaron testigos. No obstante, la comisión policial se llevó detenido a un camillero del hospital.

Los nombres de los involucrados hasta ayer en la tarde no habían sido suministrados.

Se conoció que cuando el grupo de funcionarios se identificó en el Servicio de Cirugía, una vez que fue emplazado a hacerlo, solo informó que actuaba con la autorización de la directora del hospital, Antonieta Caporale, ex ministra de Salud, quien además habría ordenado la entrada al campus de la UCV, a pesar de la prohibición legal del ingreso de policías en respeto a la autonomía universitaria.

Al parecer, los agentes buscaban insumos y medicamentos supuestamente sustraídos por personal de salud de ese centro de atención médica.

Los pacientes mostraron sorpresa porque no vieron policías cuando se reportaron los robos de tuberías de cobre del sistema de oxígeno en los pisos 6, 13 y 14 del hospital, a lo que se suman baterías de plantas eléctricas, según denuncias del personal, en abril pasado.

El procedimiento policial se realizó precisamente cuando se realizaba una manifestación de pacientes crónicos y activistas de derechos humanos a las puertas del Ministerio de Salud, ubicado en la plaza Caracas, en el centro de la ciudad.

El intento de detención de dos residentes se relaciona con la serie de aprehensiones sin razón legal de residentes en otros centros de salud del país, lo cual ha sido interpretado por el gremio médico como una política de amedrentamiento y persecución contra sus miembros.

El viernes pasado, en horas de la tarde, los profesionales de la medicina Wolmar Granado y Diego Zerpa, ambos del Complejo Hospitalario Enrique Tejera de Carabobo, fueron detenidos por agentes del Cicpc, por presunto hurto de insumos médicos. Ambos llevaban en sus bolsos guantes quirúrgicos, tapabocas, suturas y gasas para poder asistir a sus pacientes. El sábado fueron puestos en libertad.

Casos similares han ocurrido desde el año pasado en los hospitales de Yaracuy, Central de Maracay en Aragua, y en el Luis Razetti de Barcelona, estado Anzoátegui.


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