Giomar Salazar, quien durante 22 años ejerció como policía en el municipio Chacao, tuvo que pedir refugio en Alemania luego de que 14 de sus compañeros de trabajo fuesen involucrados en la pérdida de un arma con la que presuntamente se asesinó a un periodista venezolano.

Los 14 funcionarios fueron detenidos y dos de ellos aún siguen en la cárcel, pero ella no la detuvieron, reseñó DW.

«He llegado a la conclusión de que fue la mano de Dios, porque ninguna otra cosa me salvó. El miedo me llevó a salir de mi país. Si ellos estaban presos, aun teniendo una orden de libertad de un tribunal, cualquier cosa podía pasarme a mí también”, dijo Salazar.

La venezolana aseguró que “en cualquier momento” el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) podía ir por ella.  

En el año 2017 llegó a Alemania, donde el gobierno le proporcionó protección por tres años.

«Para mí el proceso ha sido excelente, no tengo ninguna queja, ha funcionado en los lapsos que establece la ley”, aseguró.

Con información de DW.


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