Familiares de pacientes renales que cumplen ciclos de diálisis en una de las cinco unidades dispuestas en San Cristóbal, pidieron a los países que llevan ayudas a Colombia para atender a los venezolanos, que active salas de tratamiento para atender a sus pacientes. La súplica tiene como origen la inhabilitación de más de la mitad de las máquinas que desintoxican la sangre a estos enfermos para seguir viviendo, la escasez de medicinas y la suspensión de trasplantes.

“66% de las máquinas están fuera de servicio porque no tienen un filtro. Tenemos alrededor de 450 pacientes  que están siendo afectados por la falta de diálisis. De las 12 horas que deben recibir de diálisis a la semana, sólo están recibiendo seis horas. En esta unidad, en un mes, han fallecido 10 pacientes. A todos los países del mundo que están en Colombia ayudando que nos ayuden con los pacientes renales. Que se nos abran unas unidades móviles en Cúcuta para que puedan cumplir con sus necesidades en caso de continuar la falla acá”, dijo Luz Martínez, familiar de paciente renal.

Martínez pidió que no se les exigiera pasaporte o carnet fronterizo para pasar y someterse a las sesiones de diálisis porque la mayoría de los pacientes no cuentan con estos documentos.

Asimismo, señaló que hay enfermos que requieren trasplante de riñón pero desde hace cuatro años, este tipo de cirugía no se hace en Táchira con donantes vivos y mucho menos con fallecidos

Desde hace dos años, las máquinas no reciben mantenimiento gubernamental y si se presenta una emergencia, ningún enfermo puede ser trasladado al Hospital Central de San Cristóbal ni al Hospital del Seguro Social porque los servicios de hemodiálisis no funcionan.

Las medicinas

Hernán Ruiz, es paciente renal desde hace siete años y desde hace un año tiene inconvenientes para conseguir las medicinas que requiere.

“Heparina, vancomicina, hierro, eritropoyectina. Las máquinas tampoco tienen filtros para funcionar y hacer las veces de riñón”, dijo el hombre.


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