Al cumplirse poco más de un mes de las crecidas de los ríos Caroní y Orinoco, en Bolívar y Amazonas debido a las fuertes precipitaciones, ayer el gobierno declaró “alerta roja” ante la gravedad de la situación en el sur del país e informó que instalará “un gabinete de lluvias” integrado por los ministros de Salud, Alimentación y Vivienda, así como por  funcionarios de Protección Civil, bomberos y militares para asistir a los afectados.

“Son 6.700 familias afectadas en 7 estados”, señaló la vicepresidente Delcy Rodríguez, según EFE, aunque la cifra extraoficial apunta a más de 30.000. Solo en los municipios Caicara, Heres y Caroní, en el estado Bolívar, fueron reportados 11.722 afectados por la crecida del Orinoco, que está en nivel de alerta roja y que ayer en la mañana alcanzó 18,04 msnm en Ciudad Bolívar, a un centímetro de superar la crecida más alta de 1976, y las lluvias no cesan.

Médicos especialistas advirtieron que las comunidades afectadas están en alto riesgo de contraer enfermedades. “Los estados de la franja del río están llenos no solo de oro, sino de alto riesgo. Si el alto gobierno no toma conciencia y no garantiza recursos especiales y la logística, serán más graves los daños”, advirtió el médico internista José Félix Oletta, de la Sociedad Venezolana de Salud Pública.

Explicó que pueden aparecer desde malaria, difteria, zika, hasta chikungunya, en las zonas inundadas, pero además se reactivarán las enfermedades respiratorias y también las de origen hídrico, debido a que las aguas de lluvia se mezclan con las negras. “Eso favorece la aparición de infecciones gástricas, enfermedades digestivas, incluso el cólera”, precisó Oletta.

“Esto requiere una Emergencia de Estado, ese es el énfasis que debe dársele a estas inundaciones. Es un problema de salud pública porque son múltiples los sectores afectados, y no solo el Caroní: en las zonas maláricas es inimaginable lo que puede ocurrir”.           

Rodríguez dijo que más de 90 toneladas de alimentos, colchones y sábanas fueron distribuidos en Amazonas y Bolívar, y pidió a la población afectada a “tomar conciencia, previsiones y precauciones”, ya que se “esperan, al menos, 60 ondas tropicales”, advirtió, un pronóstico que el gobierno conocía desde el mes pasado, razón por la cual expertos en ayuda y salvamento no entienden la falta de prevención para mitigar los daños.

El 6 de julio, el ministro Néstor Reverol, a través de su cuenta de Twitter, alertó sobre la llegada de “una vaguada en el país en las próximas 72 horas, que viene del occidente”.

“El gobierno, con la tecnología satelital, debió prepararse para la evacuación oportuna de habitantes en las entidades”, afirmó Andrés Clavier, experto y fundador de Defensa Civil. “Vendrán más lluvias y con las tierras saturadas, el agua se extenderá. De no haberse realizado la deforestación feroz y la minería en esos estados, las inundaciones hubiesen podido retrasarse, el daño hubiese sido menor”, puntualizó.


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