El párkinson es un trastorno del movimiento corporal que varía en dos tipos: uno que se manifiesta con espasmos musculares y el otro con temblor en las extremidades. Según cifras de la Fundación Párkinson Caracas (Fundaparkca), en la ciudad hay aproximadamente 900 pacientes que padecen esta enfermedad. A pesar de que la fundación trabaja y maneja las cifras de Caracas, diariamente reciben cartas de pacientes en el interior del país solicitando ayuda, medicamentos y apoyo emocional.  Varios de estos testimonios fueron enviados a El Nacional Web con el objetivo de hacer que sus voces se escuchen a través de los medios.Dennys Carolina Flores vive en Mérida y es hija de Jorge Enrique Flores, paciente con párkinson desde hace 16 años. Ella escribió a Fundaparkca con la finalidad de que su historia fuera escuchada. En el texto, indicó que tiene más de un año buscando desesperadamente medicinas, viéndose en la necesidad de suplicar ayuda a familiares, amigos y vecinos para buscar los tratamientos al costo que sea.Dennys relató que acudió a las redes sociales para buscar un fármaco llamado Stalevo, que ayuda a la estabilización de su padre. ?Tuve la suerte, la dicha y la fortuna de conseguir personas nobles, caritativas y de gran corazón que me brindaron su mano amiga a través de Twitter y me donaron la medicina?, aseguró.Después de conseguir los contactos y concretar las entregas, viajó a diferentes estados del país para retirar las medicinas, pagó hoteles y boletos con sobreprecio para mantener la vida de su padre.  ?Mi padre es el héroe de mi vida, mi ejemplo a seguir, mi fortaleza y mi gran alegría. Admiro su fortaleza incansable, su valor para mantenerse en pie día a día a pesar del malestar, las dolencias y la incomodidad que le pueda ocasionar su enfermedad?, confesó. Aseguró que no desea que le regalen las medicinas. Lo único que quiere es que se normalice el abastecimiento, para que ella y su padre puedan sobrellevar la enfermedad con tranquilidad. Búsqueda desesperadaUn caso similar es el de Carmen Silva de Sánchez. Ella vive en Aragua y su padre sufre de párkinson desde hace nueve años. Señaló que, de los tres medicamentos prescritos para el tratamiento, sólo consigue uno y debe triplicar la dosis.Sánchez buscó desesperadamente el tratamiento en Venezuela, pero ninguna farmacia le garantizó total disponibilidad. Averiguó los precios del tratamiento en Estados Unidos y considera que son ?impagables? para un venezolano.Señaló que los afectados por la escasez son los pacientes con enfermedades degenerativas. ?Las autoridades deben tomar conciencia. El párkinson no es un juego y cada día fallecen más personas por esta escasez», afirmó.Por su parte, Glaimar Vieira es hija de Alfredo Vieira, paciente de párkinson desde hace 8 años. Aseguró que la enfermedad de su padre está en estadio II y debe tomar 15 medicinas diariamente para mantener su salud.Indicó que antes el Servicio Autónomo de Elaboración Farmacéutica (Sefar) le entregaba las medicinas, pero ahora no la despachan contantemente. Por último, exigió en el texto que el Ejecutivo dé una respuesta. ?Como hija venezolana exijo respuestas y que aprueben la ayuda humanitaria para nuestros familiares?, destacó.  


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