El paro de transporte público por 24 horas que convocaron las 5 asociaciones de conductores que cubren las rutas de Caracas se cumplió en 70%, calcularon los dirigentes gremiales.

Ayer en la tarde, por segundo día consecutivo, los transportistas esperaban la autorización del Ejecutivo, en una reunión, para aumentar el pasaje a 2.000 bolívares a partir de mañana, así como los suministros de aceite, cauchos y repuestos para las unidades. El lunes el encuentro con las autoridades culminó a las 11:00 pm, sin resultados.

José Luis Trocel, presidente de la Federación Nacional de Transporte, indicó que en sectores de Catia, Antímano, Caricuao y El Junquito la paralización del servicio osciló entre 60% y 80%. Afirmó que en zonas en las que los pocos autobuses prestaron servicio, hubo desacuerdos entre los choferes. Por ejemplo, las rutas Coche-San José y El Cafetal-Chacaíto no se pararon: “A muchos les ofrecieron cauchos, y lo entendemos porque la situación es grave”.

El vocero aseguró que ayer en la mañana representantes de por lo menos 15 estados se reunieron en asamblea en El Paraíso para acordar las propuestas que presentarían en la tarde al ministro Carlos Osorio, entre las cuales figura un reajuste mensual de tarifas, debido a la crisis inflacionaria que afecta al sector: “En Aragua, donde el transporte se paró en 90%, ya se cobra 3.000 bolívares. Es hora de que se concreten nuestros planteamientos en Caracas”.

Trocel recordó que, de acuerdo con los cálculos hechos con base en la estructura de costos, el pasaje debería costar 8.000 bolívares, e instó al gobierno a crear políticas públicas de transporte en beneficio de los pasajeros y los choferes: “Si seguimos sin acuerdos el paro técnico nacional será inminente. El transporte está haciendo metástasis”.

A pie y sin opciones. Varados, confundidos y sin opciones vivieron usuarios de varias partes de Caracas el primer paro de transporte convocado este año, como medida de presión para un ajuste de tarifa.

Aunque la paralización se cumplió a medias, los estragos se palparon en varias paradas de zonas del oeste y del centro de Caracas, así como en cuatro de las cinco líneas del Metro de Caracas. Desde las 7:30 am las líneas 1, 2, 3 y 4 del subterráneo ya lucían rebasadas por la contingencia, para la que no se tomó ninguna medida especial. “Esto está como todos los días, solo que con un poco más de gente”, expresó Marisol Silva, residente de Antímano.

Desde las 6:00 am pasajeros de El Paraíso, Petare, Caricuao, El Junquito, Catia, Antímano, Carapita y La Pastora se las ingeniaron para llegar a sus destinos. Las paradas en la redoma de La India, en El Paraíso; Catia, Carapita y Antímano estuvieron abarrotadas de usuarios, quienes, sin alternativas para movilizarse, optaron por caminar hasta el Metro.

En Caricuao las caminatas también fueron la norma. En el centro la GNB habilitó varios vehículos militares, debido a que se unieron al paro la línea Carmelitas-El Cementerio, y otras de sectores como Los Mecedores y La Pastora. En La Yaguara y El Junquito solo funcionó el transporte ilegal. El subterráneo no sirvió de mucho para atenuar el colapso.

EL DATO

Pese a que 5.000 unidades Yutong fueron incorporadas por el gobierno a la flota de autobuses que cubren la ciudad, 80% de las 20.000 unidades está paralizado por la falta de repuestos. Los transportistas calculan que cada unidad requiere 13 litros mensuales de aceite para mantenerse en funcionamiento, y que los 230.000 litros prometidos por el gobierno solo alcanzarían para un único cambio de aceite de 7.000 busetas.


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