El padre José David Caña Pérez, fundador de la Casa de Paso Divina Providencia en Cúcuta, aseguró que los médicos indican que algunos de los niños venezolanos que asisten al comedor deberían pesar aproximadamente 12 kilos y realmente pesan seis.
“Hay personas que tienen rostro de talla 40 y uno los ve y están todos flacos. Han perdido 40 o 50 kilos por la mala administración que hay en Venezuela”, dijo el padre a El Nacional.
Caña Pérez comentó que la mayoría de los venezolanos que van al comedor se regresan a Venezuela después de almorzar.
“Diariamente en esta casa repartimos entre 4.000 y 4.500 almuerzos a los venezolanos. La mayoría de los hermanos pasan la frontera, comen y se devuelven. Algunos caminan desde Barinas o Barquisimeto por la comida”, aseguró.
El padre indicó que en las mañanas se reparten entre 3.000 y 3.500 desayunos y destacó que la prioridad son los niños, las mujeres, discapacitados y los adultos mayores.