Familiares de pacientes renales en San Cristóbal comenzaron a recolectar dinero con el propósito de adquirir los respuestos para reactivar una planta eléctrica que fue desmantelada hace cinco meses y de la que depende la vida de dialisados.

Son 56 pacientes que interdiario se hacen terapias de purificación de la sangre pero la inestabilidad del servicio eléctrico que se agudizó a partir del apagón nacional, pone en riesgo la vida de los enfermos. La planta alterna de energía es esencial para hacerse las diálisis. El costo de la tarjeta madre, cableados y switchera del equipo asciende a tres millones de bolívares.

«Necesitamos arreglar la planta para que ellos, al irse la luz, prenda y sigan con las diálisis. Cuando no hay luz, no se diálisan y esta en riesgo la vida de todos» dijo Betty de Labrador, familiar de uno de los pacientes de la Unidad de Diálisis Táchira.

Contó que tras el apagón nacional algunos no pudieron hacerse terapia por ocho días y al llegar a la unidad estaban hinchados, asfixiados y con hemoglobina baja.

José Fernández, médico de otra unidad de diálisis, señaló que en reunión de los centros acordaron remitir a los pacientes a los centros médicos dónde hay plantas eléctricas en caso de registrarse una contingencia por apagón extendido. Estos sitios están ubicados en el Centro Clínico San Cristóbal, Hospital Central de San Cristóbal y Hospital del Seguro Social.


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