El peregrinar de los pacientes crónicos continúa. Ayer cerca de un centenar de personas participó en la misa por la salud y la vida, convocada por Codevida y la Asociación Civil Conquistando la Vida, en la iglesia Nuestra Señora de Chiquinquirá, en La Florida en Caracas.

Esta actividad es parte de la agenda de acciones que, según Francisco Valencia, director de Codevida, continuarán hasta lograr la reanudación de los tratamientos que por su alto costo deben ser distribuidos por el IVSS y que desde mediados de 2014 se hace de forma irregular.

Entre los presentes se encontraba más de una docena de pacientes crónicos de todo el país, que ofrecieron su testimonio sobre el deterioro de su calidad de vida y el inminente riesgo de muerte por las constantes interrupciones de sus tratamientos.

Luadeth Zerpa, un niño de 7 años de edad proveniente de Morón, estado Carabobo, diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda infantil el 26 de mayo del año pasado, conmovió a todos los presentes cuando entregó una ofrenda en el momento cumbre de la ceremonia religiosa, asistido por su madre Elizabeth Zerpa y Mildred Varela, paciente de cáncer de mama en período de remisión.

El lento caminar del niño hacia el centro del templo revelaba el avance de la enfermedad, que lo obligó a mudarse a Caracas junto con su madre el 1° de julio de 2017, para poder cpmenzar el tratamiento de quimioterapia. Desde hace más de 15 días no recibe las dosis de metotrexato, fármaco indicado para atenuar los dolorosos efectos de su padecimiento. 

“Si nos quedábamos en Puerto Cabello el niño podía morirse en un mes. Cuando llegamos a Caracas empezó el tratamiento, pero la interrupción causó que le hicieran una colostomía. Los efectos del cáncer han sido muy agresivos”, narró Zerpa, que también es madre de Lizandro, de 10 años de edad.

La homilía fue ofrecida por el padre Wilfredo Corniel, que hizo votos para la habilitación de un canal que permita atender la emergencia humanitaria que se desarrolla en Venezuela. “Este gobierno se encarga de matar nuestra esperanza como venezolanos. Denunciamos la situación del país en el tema de la salud; pedimos un canal humanitario, porque este es un gobierno genocida que está aplicando un homicidio silencioso”, expresó entre los sollozos de una feligresía convocada en el ánimo de ayudar.

El sacerdote recalcó la importancia de luchar por el derecho a la vida y la necesidad de hacer de la esperanza un motor para seguir hacia adelante, a pesar de las adversidades. “Estamos aquí para defender el derecho a la vida y la salud, porque no solo es protestar, es pedirle a Dios que nos dé la paz”, señaló.

Activistas de varias ONG hicieron un llamado a continuar en el camino que les devuelva la salud a todos los afectados.

EL DATO

Ayer mediante un comunicado representantes de varias ONG que trabajan de forma voluntaria en el J. M. de los Ríos, fueron notificados de la decisión de la directiva del centro de salud de prohibirles el ingreso. La medida fue tomada luego de que el martes un grupo de familiares pacientes renales se encadenó en la entrada del hospital para protestar por la escasez de insumos y medicinas. La prohibición se hizo efectiva de forma inmediata, por lo que los controles en la entrada del reciento fueron redoblados.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!