A pesar del abandono que sufrió durante los últimos años, el hotel Humboldt, uno de los íconos arquitectónicos más importantes de Caracas, se encuentra en proceso de restauración por órdenes del gobierno.
El trabajo lo ha guiado Gregory Vertullo, el último asistente del arquitecto Tomás Sanabria. El hombre ha logrado domesticar los ánimos y gustos del gobierno de turno en medio de la crisis económica y social del país.
La estancia podría costar 1.000 dólares la noche y sería utilizado para alojar a altos mandatarios. La hija del arquitecto Tomás Sanabria, Lolys Sanabria, indicó para El País de España que parte del abandono que sufrió el hotel se debe a la lejanía que tiene con respecto al resto de la ciudad.
“Mi interés con las visitas es que tomemos consciencia de que esto es nuestro patrimonio, de crear un grupo de defensores de este espacio que tiene que ser un hotel de lujo en el que no podrá alojarse todo el mundo, pero que como obra de arquitectura tiene que ser valorado por todos y no puede volver a ser abandonado”, explicó Lolys.
Durante el mes de abril los trabajos se han acelerado, pues cortar la cinta del Humboldt puede convertirse en agenda en la campaña electoral de Maduro que busca reelegirse en mayo.