En solo una semana se registró la muerte de seis niños en el hospital del Instituto Venezolano del Seguro Social Dr. José María Vargas, en La Guaira, por contaminación generalizada en el lugar.

Fallas en la refrigeración en la morgue hicieron que un cadáver reventara y causara un foco de infección que afectó la sala donde se encontraban pequeños hospitalizados, informó el radiólogo Juan García,  vecino de uno de los fallecidos,  que tenía año y medio de edad.

Señaló que los padres han tenido dificultad para retirar el cadáver porque no disponen de recursos. “La gobernación solo apoya de manera discrecional, y hay familiares que tienen que hacer los cajones para enterrar a sus deudos sin velatorio”, dijo.

 “A varios les dio un paro respiratorio, otros están infectados sin conocerse realmente cuál es el diagnóstico. Tienen que investigar lo que está ocurriendo en ese hospital porque hay mucha negligencia”, manifestó.

Señaló que el aire central funciona a medias y que al contaminarse un área ocurre lo mismo con las demás. Añadió que eso causa mucho daño a pacientes con defensas bajas y que están en grave estado de salud.

“No hay antibióticos y se les expone a estas amenazas externas que pueden ser atendidas oportunamente, pero no lo hacen. Cada día son más vidas las que están en riesgo”, expresó.

Afirmó que ese hospital está contaminado y los pacientes se encuentran en peligro. “Hago esta alerta porque nadie dice nada al respecto”, advirtió.

Devueltas a sus casas.  Al menos 15 parturientas, la mayoría primerizas, fueron devueltas a sus casas porque no había médico ginecobstetra para asistir los casos de cesárea, tampoco neonatólogos para atender a los recién nacidos.

“Una de las mujeres convulsionó en las puertas del maternoinfantil luego de dos días de ruleteo”, afirmó Carolina Salazar, una de las afectadas. “El viernes en la noche vine con las dilataciones y me enviaron al materno del Seguro Social. Allá me rechazaron porque la sala de parto está contaminada. No sabemos qué hacer”.

Afirmó que las devuelven a sus domicilios para simular que no hay pacientes en espera de parto. “Estamos angustiadas porque ellos solo atienden el parto natural y las que necesitamos cesárea quedamos a la deriva. Solo asisten estrictas emergencias; es decir, exponen la vida del niño y la madre por su negligencia”.

Ayer estaba prevista la visita de la primera dama por el Día de la Madre. “Como siempre, aquí nunca pasará nada”,  se quejó Jenni Delgado, otra de las afectadas. 


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