Venezuela llega al Día Mundial de la Salud, que se celebra todos los 7 de abril, con un panorama desalentador para los niños pequeños y los que están por nacer, sobre todo los de familias con pocos recursos económicos. En el Hospital de Niños J. M. de los Ríos, principal centro pediátrico del país, el Ministerio de Salud dejó de suministrar las fórmulas lácteas a bebés y pacientes que solo consumen dieta líquida. La escasez empezó a verse hace cuatro años.La auxiliar de dietética Doris Pompa explicó que tanto los niños que tienen cáncer ?antes de que cerrara la hospitalización en el servicio de Oncología? como los pacientes que sufrieron quemaduras en el cuerpo, ya no tienen la opción de tomar el ?ponche calórico? que necesitan para sobreponerse a las quimioterapias o regenerar sus tejidos. Esta bebida deberían tomarla tres veces al día.Los ingredientes que componen la mezcla son leche, azúcar, cereal, aceite de canola o maíz y caseinato de calcio, pero el despacho ministerial ya no los ofrece como parte de la alimentación de los pacientes del Hospital de Niños.Para suplir estos alimentos los padres deben adquirir fórmulas altas en aminoácidos para preparar los batidos que, a juicio de las especialistas, no proporcionan los mismos nutrientes para la recuperación.Otra de las denuncias es que no hay licuadoras en el comedor del hospital por lo que las sopas en crema y jugos dejaron de ser parte del menú. El líquido se suple con té frío o bebidas instantáneas. Mientras que las porciones para los niños de todas las edades son homogéneas sin importar la edad del paciente. Las raciones dobles no son una opción para los que empiezan la adolescencia.Las dietistas denuncian que se está violentando el artículo 41 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. La norma cita: ?Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a disfrutar del nivel más alto posible de salud física y mental. Asimismo, tienen derecho a servicios de salud, de carácter gratuito y de la más alta calidad, especialmente para la prevención, tratamiento y rehabilitación de las afecciones a su salud. En el caso de niños, niñas y adolescentes de comunidades y pueblos indígenas debe considerarse la medicina tradicional que contribuya a preservar su salud física y mental?. LEA MÁS: El J. M. de los Ríos dejó de alimentar a lactantes Inicio en riesgo. La denuncia de falta de fórmulas de leche en el Hospital J. M. de los Ríos es un ejemplo de lo que sucede en el país a causa de la escasez.Los primeros 1.000 días de vida, dice la Organización Mundial de la Salud, son definitorios en el desarrollo físico y mental de los humanos.En el país esos días transcurren entre el desabastecimiento de leche y alimentos y la mala alimentación de las madres. ?Desde el momento de la concepción hasta los dos años de edad es el período en el que se determinan prácticamente todas las enfermedades que se van a sufrir en el futuro, dependiendo del tipo de alimentación que lleve el niño. Suena mucho a determinismo, pero es así. La relación que hay entre la malnutrición y el mal desarrollo de un ser humano que está en gestación o en crecimiento es definitiva?, explica Mercedes López de Blanco, pediatra especializada en crecimiento y desarrollo y miembro de la Fundación Bengoa. La experta aclara que hay factores que pueden modificar las deficiencias de alimentación de los primeros años, como el ejercicio, la buena nutrición y el no fumar o tomar, pero que, en general, lo que recibe el organismo del niño en los primeros dos años marca el resto de sus días.Durante esos primeros 1.000 días lo recomendable, explica López de Blanco, es que se le dé al niño lactancia materna exclusiva los primeros 6 meses y continuarla hasta los 24 meses incorporando alimentos de baja densidad calórica. No obstante, en 2012 la OMS reportó que solo 12% de las madres ofrecía lactancia materna exclusiva a sus bebés. En ese momento el Ministerio de Salud aseguraba que la cifra ascendía a 28% de niños que consumían alimento de sus madres. Ninguna de las dos aproximaciones es suficiente para cumplir con el estándar de que al menos la mitad de los niños consuma leche materna hasta los 6 meses. LEA MÁS: Directora del J. M. de los Ríos: No recibimos fórmulas lácteas desde octubre Aprovechar la crisis. Érika Urbáez, consejera de lactancia, cree que la escasez de fórmulas lácteas que atraviesa el país es una buena oportunidad para retomar la difusión de la importancia de la lactancia materna y para construir más bancos de leche en todo el país.?La situación de la importación en general y, en particular, de las fórmulas lácteas no va a mejorar pronto. Y sabiendo que la leche humana es lo mejor para los bebés hay que entender que es una oportunidad más para que todas las instituciones de salud públicas y privadas tengan un banco de leche así como tienen uno de sangre?.Hasta el momento, en el país solo hay 10 bancos de leche en hospitales públicos que funcionan exclusivamente para niños hospitalizados o con complicaciones de nacimiento. Pero como no hay opción para las madres que no producen leche después del alumbramiento, casi todos los neonatos son alimentados con fórmulas.  


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