El presidente director del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Caracas, José Fernando Alvarado López, dirigió una carta al diario El Nacional para solicitar un derecho a réplica y rectificación sobre algunos fragmentos del reportaje La violencia empeora el diagnóstico publicado el pasado 2 de diciembre en el portal web del diario.

En un escrito enviado a la redacción del periódico, el funcionario consideró “irresponsables, infundados, temerarios, inexactos y agraviantes” los señalamientos contra las condiciones de seguridad de la institución que dirige.

En el trabajo se describían una serie de pancartas que habían sido colocadas en la entrada principal del hospital donde se calificaba de “batas blancas fascistas” y “viudas de Médicos sin Fronteras” a quienes habían denunciado el rechazo, por parte de la directiva del HUC, a un donativo de insumos y medicamentos enviado por esta ONG. Sobre esto, Alvarado señala que “las pancartas que se encontraban colocadas en el pasillo principal son muestra de la libertad de expresión ejercida por trabajadores del Instituto, y ellas, no reflejaban ni originaban un ambiente de tensión dentro de quienes hacemos vida en el Hospital ya que no contenían ningún tipo de amenazas implícitas al personal de salud”.

En cuanto al rechazo al donativo al que aludían estas pancartas, agregó: “Debo nuevamente manifestar que todo lo que sea donación al hospital por las vías de las ONG deben estar autorizados (sic) por el órgano rector que es el Ministerio del Poder Popular para la Salud; ellos son los competentes (sic) en dar las instrucciones en políticas de salud en el país, y es quien nos indica si podemos o no recibir medicamentos en donación, más aún cuando en la misma carta emitida por la ONG Médicos sin Frontera, expresaban que no asumían responsabilidades por los efectos colaterales que pudieran sufrir los pacientes, razón por la cual sería imposible e irresponsable suministrar a la población medicamentos bajo esas condiciones”.

Sobre las denuncias emitidas por las fuentes identificadas como M.R. y Z.S. quienes aseguraron que han ocurrido dentro del HUC incidentes como robos a mano armada o la irrupción de integrantes de colectivos que portan armas, así como requisas que consideran hostiles contra el personal del hospital, Alvarado señala: “Desde mi nombramiento como máxima autoridad de esta Institución, la seguridad ha sido y es una de nuestras prioridades más importantes, por ello se realiza diariamente la revisión en todas las entradas de este instituto de nuestro personal y de los usuarios que ingresan a las instalaciones, para impedir que puedan acceder portando armas de cualquier tipo. Por consiguiente, niego y rechazo que estén ingresando armas a este hospital”.

Asegura que el instituto que preside “ha hecho grandes esfuerzos por resolver el problema de la inseguridad; entre estos, el convenio con la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad, para dotarse de personal especializado, ya que encontramos que el personal que realizaba estas actividades no tenían la formación requerida. Este convenio permitirá tener la primera brigada canina en un hospital”.

Admite que “el tema de la inseguridad dentro del recinto universitario es problemático, ya que cualquier acción, esfuerzo o intento de reforzar la seguridad con los cuerpos del Estado, encuentra oposición en las autoridades de la Universidad Central de Venezuela al alegar la autonomía universitaria. Pese a esto, se ha logrado reforzar la seguridad mediante un convenio con el sistema VEN 911”.


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