A escasos días de la celebración de Halloween, son pocas las personas que tienen planificado festejarlo. La crisis económica obliga a los padres a darle prioridad a los gastos de salud o alimentos, pero quienes desean hacer un esfuerzo para garantizar el entretenimiento de su hijo durante la tradicional noche de dulce o truco, deben invertir más de lo esperado.

El solo hecho de comprar un disfraz para un niño puede significar un duro golpe al bolsillo. De 120.000 a 279.000 bolívares cuesta vestirlo la noche del 31 de octubre con el acostumbrado disfraz de diablo o de bruja, que han dejado de venderse porque su precio está por encima del sueldo mínimo de 136.544 bolívares.

Debido a lo difícil que resulta para la mayoría de los padres transformar a sus hijos en monstruos o vampiros, optan por comprar una sola pieza o accesorio, como una peluca, máscara o sombrero, para tratar de mantener la tradición. Una máscara puede costar entre Bs 30.000 y Bs 116.000; un sombrero, entre Bs 57.000 y Bs 68.000; para un cintillo de «diablo» hay que pagar aproximadamente Bs 82.500, mientras que para una nariz de bruja, hay que pagar alrededor de Bs 15.000.

Para quienes desean celebrar la «noche de brujas» en compañía de familiares y amigos, deben gastar aproximadamente 4.000.000 de bolívares, solo en artículos decorativos, sin incluir comida o bebida.

Los precios varían en cada establecimiento. En lo que coinciden los locales comerciales ubicados en el centro de Caracas y Las Mercedes, es que todos los productos para Halloween son importados.

Las telarañas cuestan cerca de Bs 14.000; las lámparas de calaveras, Bs 19.900; las velas, Bs 68.000; los esqueletos fosforescentes, Bs 14.900; los globos se encuentran desde Bs 31.000 hasta Bs 50.000; la calabaza para dulces desde Bs 30.000 hasta Bs 50.000 mientras que la caja de dulces importados tienen un costo de Bs 250.000 aproximadamente.

Por los elevados precios en los artículos de decoración, las personas prefieren realizar reuniones más pequeñas y sencillas, y abaratar costos comprando figuras de cartón para adornar y no accesorios que emiten luz o son más elaborados.

“Para realizar una fiesta pequeña, familiar, se necesitan Bs 2.000.000. Las piñatas las llevan poco porque es una de las cosas más caras. La tradición se ha perdido, no porque el cliente no quiera comprar, sino por los altos costos”, explicó Eduardo Albornoz, encargado de una piñatería en Las Mercedes.

Los comerciantes coinciden en que las ventas alusivas a Halloween han disminuido 80% en comparación con el año pasado. Aseguran que se les hace imposible mantener el precio de los productos por mucho tiempo debido a la inestabilidad del bolívar y al precio de importación.

Hay quienes están acostumbrados a decorar su negocio cada año con telarañas, calabazas, esqueletos o murciélagos, por lo que los interesados deben buscar opciones para abaratar costos.

“Caminé por varios lugares del centro de Caracas en busca de artículos de fiesta para decorar la peluquería donde trabajo, pero los altos precios sobrepasaron mi presupuesto. Las cosas están sumamente caras, estoy buscando lo más económico porque es un gasto necesario para salir un poco del tema de la situación país y atraer a los clientes”, señaló una compradora.

Las personas que aún aprovechan la ocasión para festejar un cumpleaños o mantener la tradición de celebrar el Halloween, aseguran que serán pocos quienes utilizarán un disfraz este año, mientras que los comerciantes afirman que de no producirse mejoras en la economía, los productos de dichas fiestas podrían dejar de existir en el país.


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