La docente de la USB Claudia Vargas, socióloga e investigadora del tema migratorio, expresó que los procesos electorales de los últimos años en el país han originado oleadas migratorias; por eso afirma que aunque haya un cambio político en las elecciones de mañana, el éxodo no se frenará.

“La migración no va a parar, aunque mañana pierda el oficialismo, porque no es solo un asunto político, sino que obedece a una crisis social y económica que seguirá afectando a las personas, por lo que se calcula un incremento en la migración al finalizar el año”, aseguró en el foro “Migración forzada, crisis sin fronteras” realizado en el Centro Letonia en Altamira.

Vargas añadió que en el caso de un cambio político podría ocurrir un retraso en los planes migratorios de quienes no tengan urgencia por salir del país. “Pero, si cambia el gobierno, el nuevo no asumirá funciones sino hasta el próximo año, por lo que la situación se mantendría”.

La docente destacó que alrededor 3,5 millones de venezolanos están en el extranjero, a pesar de que no hay cifras oficiales. Este dato aproximado incluye a menores de edad y a personas en situación irregular. “Solo en los últimos 2 años, la migración se incrementó 80%, es decir, en casi 2 millones de venezolanos, de los cuales 1,5 millones están en países de la región”, apuntó la investigadora.

Las razones para la salida del país han cambiado en los últimos dos años, período en el que se ha registrado la mayor ola migratoria, lo cual ha incrementado la pérdida del capital intelectual y la fuerza de trabajo.

“Este éxodo responde a una acumulación del deterioro en las condiciones de la calidad de vida, que es la peor de Latinoamérica, con 87% de pobreza y 82% de escasez de alimentos. Antes se migraba con visas de estudio o de trabajo, ahora es una salida forzada, con solicitudes de refugio por parte de quienes huyen de la crisis”, añadió.

Pasar la frontera. 1,1 millones de venezolanos se encuentran en Colombia, lo que convierte a este país en el principal receptor de migrantes de acá que en general son personas en condición de pobreza, bajo nivel educativo y sin documentos de identidad en su mayoría, indicó Lucía Ramírez, investigadora de la organización colombiana Dejusticia, durante su intervención.

“Colombia nunca ha sido un país receptor, sino expulsor. Por lo tanto, son necesarias políticas públicas para atender la gran oleada migratoria. Es una nueva experiencia para el país”.

La frontera entre estos países es de más de 2.000 kilómetros y cuenta solo con 11 puntos de control. Esto acarrea la existencia de caminos irregulares para el tránsito fronterizo.

“Es una migración irregular y difícil de controlar. Tenemos conocimiento de que cobran hasta 70.000 pesos colombianos para pasar migrantes”, dijo Ramírez.

Vargas coincidió en este punto. “Las irregularidades en esta frontera aumentan la clandestinidad y la delincuencia”.

EPÍGRAFE

“Este éxodo responde a una acumulación del deterioro en las condiciones de la calidad de vida, que es la peor de Latinoamérica, con 87% de pobreza y 82% de escasez de alimentos”

Claudia Vargas

Socióloga e investigadora del tema migratorio

CIFRA

1,1 millones de venezolanos se encuentran en Colombia, lo que convierte a este país en el principal receptor de migrantes


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