“Se les informa a los usuarios que debido a fallas en un tren en la estación Parque Carabobo el sistema de trenes presenta un fuerte retraso”, dijo un trabajador del Metro de Caracas este viernes a las 6:25 am, en la estación Propatria. Luego del anuncio, comenzó la batalla de los capitalinos para llegar a tiempo a sus destinos.

Bajarse del tren y salir a las calles a esperar una camioneta no es una opción, por eso quienes quedaron fuera de los vagones empujaban a los que estaban dentro para abordar, siempre con la esperanza de que se reanudara el trayecto por las estaciones de la Línea 1.

Una vez dentro de los vagones, los usuarios respiraron hondo imaginando lo que les esperaba: un largo viaje en un tren repleto de gente, con pisos sucios, vendedores de chupetas y sin aire acondicionado. 

Aproximadamente 15 minutos después el tren arrancó, pero las dificultades apenas comenzaron. “Se les informa a los usuarios que este tren será desalojado en la estación Agua Salud y regresará a la estación Propatria”, dijo el operador entre Gato Negro y Agua Salud, por lo que el descontento de los ciudadanos se apoderó del vagón.

“A Venezuela le cayó una maldición gigantesca”, exclamó una señora que no abandonó el tren en la estación indicada. 

Quienes sí se bajaron salieron a la calle, bajo el cielo nublado de la avenida Sucre para caminar hasta su destino o intentar abordar una camioneta, a pesar de la crisis del sector transporte. 

Gente corriendo, empujones y caídas fue el resultado de la llegada de las primeras camionetas, convertidas en posibilidades de llegar al trabajo o a la universidad. Entre el caos, solo unos pocos lograron subirse o colgarse de la puerta.

Rostros de frustración, brazos cruzados y pies golpeando ligeramente el piso acompañaron la espera de los caraqueños en la avenida mientras más personas salían con evidente molestia de la estación Agua Salud.

Foto: María Fernanda González

Durante 45 minutos se vio a ciudadanos que corrían para poder abordar alguna unidad de transporte público. Algunos lo lograban, mientras el resto permanecía en la parada con expresión de resignación.

“El Metro es una pesadilla; nosotros no nos merecemos esto. No merecemos sufrir por la ineficiencia de ellos”, se quejó una estudiante del Inces que esperaba un autobús para llegar a Chacaíto. 

La joven de 18 años de edad, como muchas otras personas, abandonó la esperanza de abordar una camioneta y decidió regresar al Metro. Una vez dentro de la estación, se paró en el andén en dirección a Propatria para dar la vuelta e intentar salir luego Chacaíto, pues en el andén para abordar en dirección a Palo Verde había una multitud de personas impacientes. 

Foto: María Fernanda González

Foto: María Fernanda González

La «normalidad» del Metro regresó a los rieles luego de que un operador informó el «fin del evento en la estación Parque Carabobo». El fuerte retraso que fue anunciado a las 6:25 am se convirtió en el habitual, con algunas paradas largas en cada estación que afectan a la ciudadanía todos los días. 

Ocultando la realidad  

El Metro de Caracas no informó a través de su cuenta de Twitter el retraso ocasionado por el tren que presentó fallas en Parque Carabobo. Los únicos anuncios indicaron que todas las estaciones de la Línea 1 prestaban servicio comercial «de manera normal» con una gran afluencia de usuarios en las estaciones.  

 

«¿Por qué no colocan un tuit indicando el retraso y motivo de la falla en Parque Carabobo? Lo único que escriben es que todas las estaciones están supuestamente despejadas y funcionando con normalidad. Sean serios, señores», escribió un ciudadano a las autoridades del sistema de transporte subterráneo. 

Cada día los habitantes de Caracas abordan el Metro con la esperanza de que no existan retrasos que les impidan llegar a tiempo a sus destinos o que no ocurra un apagón que los deje varados lejos de un lugar seguro. 

 

 


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