Médicos y otros profesionales, organizaciones defensoras de los derechos humanos, representantes de pacientes crónicos y feligreses asistieron ayer a la Misa por la Salud celebrada en la iglesia de La Coromoto, en El Paraíso, organizada para exponer la crítica situación de los hospitales y rechazar las agresiones físicas al personal de salud ocurridas en días recientes.

Judith León, presidente de la Federación de Bionalistas de Venezuela, afirmó que el sector salud demandará al Estado por incumplir las garantías constitucionales. “No vamos permitir que se produzcan más muertes, no nos callaremos. El Estado tiene la obligación de respetar nuestro derecho a salud”.

“Vinimos a hacer un llamado por la vida y la salud ante la precaria situación que padece nuestro sector y a rechazar las agresiones a los médicos y a los hospitales ocurridas durante las últimas semanas”, manifestó Jaime Lorenzo, director ejecutivo de Médicos Unidos por Venezuela al concluir la homilía.

Lorenzo, acompañado por dirigentes sindicales, informó que el sector de la salud realizará un encuentro nacional en la UCV el 31 de mayo, para proponer estrategias y definir una dirección hacia la apertura del canal humanitario.

“Será una gran asamblea para debatir ideas, plantear la hoja de ruta y las decisiones siguientes a tomar porque la situación no puede seguir así”, indicó.

Durante la misa, el padre Alirio Suárez, párroco de El Paraíso, invitó a encomendarse a Dios y pedir por los enfermos, los ancianos, por conseguir insumos, medicinas y alimentos. “Cuando un problema no se reconoce es imposible ayudar; el gobierno debe reconocer la necesidad de nuestra Venezuela y permitir que se abra un canal humanitario”, afirmó.

Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica, que asistió a la homilía, afirmó que en año y medio han quebrado 125 farmacias y calcula que otras 100 cerrarán en los próximos cuatro meses, por los altos costos de los medicamentos y el desabastecimiento que se produce al no poder importarlos. “¿Cómo resuelve una madre con un hijo con fiebre en la madrugada sin una farmacia a la cual recurrir?”, cuestionó.

Feligreses. La misa comenzó pasadas las 11:00 am, hora en la que se agrupaban más de 50 personas en el templo frente a la vigilante mirada de la virgen.

“Hemos venido a la iglesia a buscar a nuestro amoroso Dios, porque en estos tiempos de crisis nos sentimos con miedo y amenazados. Pero nada separará a nuestros trabajadores de la salud de su vocación de salvar vidas”, expresó el párroco, acompañado de un sereno rasgueo de guitarra.

Como ofrenda, los profesionales de la salud cargaron hasta el altar las herramientas propias de su trabajo, algunos medicamentos y una gran bandera de Venezuela. La ceremonia concluyó a las 12:30 pm, cuando el sacerdote roció agua bendita sobre los creyentes y los mandó a ir en paz.


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