Una treintena de niños con edades de entre 2 meses y 18 años y con serias patologías neurológicas, llevan más de 3 meses esperando ser intervenidos en el hospital San Juan de Dios. Esa institución pediátrica de carácter social, ubicada en la entrada de Santa Fe, en el sureste de Caracas, no posee los insumos ni los recursos necesarios para hacerlo. Solamente un kit para gases arteriales importado, pues no existe fabricación nacional, cuesta 5.000 dólares.

El jefe de Servicio de Neurocirugía de ese centro, Manuel Alvarado, médico especialista en evaluación y manejo quirúrgico del cerebro, se propuso “abrir el corazón” de los jefes de instituciones públicas y privadas para que ayuden a salvar la vida de estospacientes, y por eso comenzó una cruzada junto con la Fundación San Juan de Dios, hace tres semanas, para tratar de sensibilizar a la gente y recibir donaciones.

“Los pequeños pacientes tienen retrasadas sus cirugías, y esto nos ha aumentado la angustia. La intervención para ellos es crucial debido a que puede significar una diferencia notable en sus vidas. Si la mayoría de los niños se opera a tiempo, pueden ser sanos o casi sanos en el mañana; pero si no pueden, tendrán trastornos neurológicos severos, trastornos de aprendizaje, retardo mental o pueden quedar en sillas de ruedas”, advierte el médico y precisa la urgencia: “Hay que operar a estos niños en un tiempo prudencialmente aceptable, máximo dos meses, y no hay recursos para hacerlo”.

Los niños padecen de tumores en el cerebro y en la columna, patologías congénitas de columna, hidrocefalia y craneosinostosis (lesión cerebral que puede ocasionar epilepsia, trastornos de visión, auditivos, de aprendizaje, entre otros). “Son situaciones terribles que si se operan a tiempo pueden ser solucionadas”, afirma Alvarado, quien tiene 30 años al frente del servicio del hospital pediátrico.

El ingreso de pacientes con estas patologías es frecuente, señala. “Recibimos niños de toda Venezuela, de los sitios más remotos, porque el hospital es de referencia nacional. Hace días llegaron los padres de un niño, quienes pasaron tres días viajando. El sacrificio que eso conlleva es grande”.

Alvarado asegura que si bien algunas instituciones públicas y privadas ya dieron sus aportes, no es suficiente para atender la demanda. Los hospitales públicos de niños no están dotados para asumir la responsabilidad. “De los 24 niños a los que hemos planificado su intervención están cubiertos solo 8, y además son cirugías muy complejas, de larga duración, que requieren de mucho personal y tiempo de hospitalización, lo cual aumenta los costos. “Sabemos que la situación es complicada para que la gente done, pero no son grandes cantidades, es lo que puedan. Los niños se lo van a agradecer”.


Carencias con reconversión

Alvarado dice que el Hospital San Juan de Dios posee la máquina pero no los kits que requieren para practicar las intervenciones quirúrgicas pediátricas: “Conseguimos un benefactor que donó el kit de gases arteriales para los primeros 24 niños, pero la lista crece y necesitamos muchas cosas que son costosas”.

Señala que después de la reconversión monetaria no han actualizado los presupuestos. Y tienen razones: los proveedores de gasas, guantes, jeringas, catéteres no les han informado los precios porque no han podido calcular sus estructuras de costos. “Lo mismo aplica para el hospital que tiene un tren de empleados grande, y por lo que tampoco ha calculado cuál será el costo de una cirugía”. Por lo pronto solicitan a los padres que aporten lo que puedan, y a los que tienen más recursos que hagan donaciones; la fundación completa el presupuesto.


Regala una sonrisa

Con la inspiración de la campaña Operación Sonrisa, Alvarado espera que en dos meses pueda iniciar las cirugías de tres días por semana. Espera que los voluntarios colaboren con insumos o con un donativo en la cuenta a nombre de la Fundación Amigos del Hospital San Juan de Dios, número 0134-0015-6501-5103-4853, en Banesco, RIF J-305349380. Desde su fundación en 1937 el centro de origen religioso se ha mantenido siempre con aportes: “Por eso pedimos que nos den una manito y quizá logremos recursos también para los niños de los servicios”.


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