En menos de un mes tres pacientes de la Unidad de Hemodiálisis del hospital de Niños J. M. de los Ríos fallecieron infectados por bacterias como klebsiella, estafilococo y pseudomonas que adquirieron en un período en el que la máquina para dializarlos carecía de mantenimiento.

Ayer las madres de Raziel Jaure y Samuel Becerra exigieron respuestas a las autoridades por las muertes de sus hijos y alertaron sobre el riesgo que corren otros 13 menores de edad que aún están contaminados.

“Ahí nos volvemos familia. También somos mamás de todos esos niños, porque nos duelen… no quiero que este momento lo viva ninguna otra madre y menos del Servicio de Nefrología, donde se ha podido hacer mucho más. Hay fallas externas e internas”, afirmó Yuderkis Mirabet, mamá de Raziel, de 11 años de edad, quien falleció la segunda semana de mayo.

Aseguró que Razi, como le decían, era un niño con muchas ganas de vivir y esperanzas. “Estábamos entrando a la lista de trasplantes. Él estaba muy feliz, quería ser futbolista”.

Judith Bront, mamá de Samuel, de 12 años de edad, fallecido el 3 de mayo, dijo: “Para el hospital todo el mundo va, pregunta, levantan un diagnóstico, pero no dan ninguna respuesta concreta. Que vaya el ministro de Salud para que constate la situación. Es lamentable oír que desconocen el problema. Ese silencio lo que está haciendo es llevándose a nuestros muchachos”.

Destacó que en el centro de salud no están garantizados los antibióticos para el tratamiento completo de los niños. “Esta intermitencia en el suministro hace que las bacterias sean mucho más resistentes y agresivas. La rotación de los medicamentos influye en su efectividad”, expresó. Los medicamentos llegan de forma discontinua al hospital o a través de donaciones; en una oportunidad se usaron dosis vencidas.

Derechos vulnerados

Desde hace 8 años la ONG Prepara Familia acompaña a madres y niños en el hospital de referencia nacional. Su directora, Katherine Martínez, indicó que lamentablemente ha evidenciado la vulneración de los derechos establecidos en la Convención Internacional de los Derechos del Niño, la Lopnna y la Constitución.

Recordó que un informe de la Unidad de Gestión de Tecnología en Salud de la Universidad Simón Bolívar –y entregado a la directiva del hospital en febrero– reveló que los tanques que almacenan el agua que llegan a la Unidad de Hemodiálisis están contaminados con heces de animales. Añadió que debido al ruido que se ha hecho por los fallecimientos, las autoridades del hospital colocaron pastillas de cloro y un tratamiento de filtros en los tanques.

Martínez también indicó que en el hospital actualmente no se están realizando exámenes como el de orina por falta de reactivos. Apeló a la solidaridad y señaló que quien esté interesado en apoyar con donaciones o voluntariado, se comunique con la organización a través de las redes sociales.

Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap, precisó que en los próximos días acudirán al Ministerio Público para presentar estos casos y solicitar que se haga una investigación que determine responsabilidades por el fallecimiento de Samuel y Raziel. La organización también pedirá medidas de protección para los niños que aún permanecen en el Servicio de Nefrología y otras dependencias. 

DATO

En enero de 2016 Cecodap solicitó al Tribunal de Protección del Niño, Niña y Adolescente del área metropolitana medidas preventivas anticipadas para hacer frente al desabastecimiento de medicamentos esenciales pediátricos. El recurso fue negado y desde enero está en la Sala Constitucional del TSJ, pero no han recibido respuesta. “Esperamos que el tribunal se toque el corazón, se ponga en los zapatos de las mamás y tome una medida contundente”, dijo el coordinador general de la organización, Carlos Trapani.


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