Por segunda vez la Policlínica Las Mercedes, localizada en el sector del mismo nombre en Baruta, fue afectada porque la GNB arrojó bombas lacrimógenas alrededor de la sede cuando manifestantes eran atendidos en el centro de salud.

La primera vez fue el 10 de abril cuando los funcionarios arrojaron los artefactos a la sala de emergencia y resultó afectado un bebé que era atendido en una consulta de control y tuvo que ser trasladado de urgencia a otro centro.

Durante la represión que hubo en Ciudad Universitaria también se vio afectada la Clínica Jaime Córdova, en Santa Mónica, pues los funcionarios lanzaron bombas a quienes se refugiaban en el lugar.

El diputado a la Asamblea Nacional, Richard Blanco, intentó hablar con el capitán de la brigada policial, pero también sufrió la represión. «Esta es una clínica, tenga cuidado, capitán, es una clínica. Soy diputado, ¿me vas a poner preso?”, gritaba.

Con estas dos denuncias se contabilizan cinco los ataques a centros de salud: el primero el Materno Infantil de El Valle el 20 de abril, y la Policlínica Las Mercedes y Centro de Salud de Chacao, el 10 de abril.

La Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida ha alertado que el uso de la fuerza contra manifestaciones pacíficas es una violación de los derechos humanos. “Estos métodos por parte de funcionarios del Estado contra edificios y centros de salud constituyen ataques a la población civil que comprometen a quienes dan las órdenes, las ejecutan y a quienes no lo evitan, en gravísimas lesiones a los derechos humanos, justiciables a escala nacional e internacional”.


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