Los jóvenes que beben con frecuencia tienen 60% más probabilidades de ser alcohólicos durante su adultez; sin embargo, a través de la voluntad y de esperanza se puede salvar a los afectados, expresó el profesor Hernán Matute, jefe de la cátedra Libre Antidrogas y Prevención en el Ámbito Informativo de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, que está ubicada en El Paraíso.

En conmemoración del Día Mundial Sin Alcohol, esta casa de estudios, a través de las cátedras, organizó un conversatorio en el cual varios especialistas e integrantes de la comunidad de Alcohólicos Anónimos de Venezuela expusieron los riesgos que genera el consumo de bebidas y mostraron alternativas y soluciones a este problema de salud pública.

La OMS ha advertido que el alcohol ocasiona 3,3 millones de muertes al año, además, causa 200 enfermedades y trastornos; también es la razón de discapacidades a temprana edad y hasta pérdidas económicas y sociales.

Yelena Yánez, psicóloga y experta en estudios del alcoholismo, señaló que el consumo de alcohol en los jóvenes empieza en el colegio y desde entonces puede desencadenar trastornos mentales: “He tenido pacientes menores de 24 años con bipolaridad, demencia y psicosis debido al consumo de alcohol y drogas. Es triste ver cómo los familiares sufren debido a que no entienden la situación del afectado; además, hay personas que son consientes de que beber es dañino y aun así lo siguen haciendo, sin saber que llegarán a un estado de sufrimiento”.

Insistió en que el mensaje debe ser difundido por los docentes que dan clases en básica y bachillerato debido a que la función de cada maestro actualmente debería ser brindar a los jóvenes apoyo profesional y aprendizaje, pues consumir alcohol a temprana edad es la realidad que viven todas las escuelas.

Fernando Yulian, psicólogo social, expuso que el alcoholismo está por encima de la política, y la problemática es de la sociedad, las comunidades y las familias. “Actualmente los padres están asumiendo un papel con fallas en el autoritarismo, pues si no se habitúan conductas y responsabilidades en los jóvenes, ya no lo podrán hacer cuando sean adultos”, sostuvo.

“Esta es una sociedad que confunde la felicidad con la alegría”, añadió, pues a su juicio se forman jóvenes sin capacidad de concienciar, y el resultado es una población más vulnerable al momento de tomar decisiones, pero ello se pudiese neutralizar si desde el principio en los estudios académicos se impulsara la creación de un proyecto de vida.

Aseguró que no se pueden contener los vicios si la persona está en un estado vulnerable por no tener personalidad ni responsabilidades: “Queremos que los jóvenes tengan un sueño, y podemos hacerlo a través de proyectos de vida”. Afirmó que de esta manera se podrá tener personas con capacidades que puedan ver desde otro punto de vista el consumo de bebidas alcohólicas, debido a que actualmente no solo está permitido sino que los jóvenes aprenden a vivir con ello desde pequeños.

Al finalizar el conversatorio hubo participación de un miembro de la comunidad de Alcohólicos Anónimos en Venezuela. Eneida, una mujer de 55 años de edad, declaró que se había recuperado de una fuerte adicción que tuvo al alcohol por más de 20 años y que además la llevó a la mendicidad y a casi perder la vida, pero que gracias a que forma parte de esta comunidad pudo salir del alcoholismo, que considera una enfermedad letal.

“He tenido pacientes menores de 24 años con bipolaridad, demencia y psicosis debido al consumo de alcohol y drogas”

Yelena Yánez, psicóloga

 


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