En 2018, padres de 32.110 niños nacidos en centros hospitalarios del área metropolitana de Caracas no recibieron el certificado de nacimiento, “documento que da paso al resto de los trámites de nacionalidad de todo menor de edad” aseguró este lunes la trabajadora social Angeyeimar Gil, miembro del equipo de investigadores de Cecodap.

Durante la presentación del informe Vulneración del derecho a la identidad en la población infantil y adolescente de Venezuela, Gil precisó que de marzo a octubre de 2018 los hospitales del país dejaron de emitir el certificado o acta  de nacimiento, contemplado en la Ley Orgánica de Registro Civil.

“Para ese entonces, voceros del Ministerio de Salud explicaron que el papel donde se asentaban los datos era muy costoso. Éste es un documento donde se plasman las impresiones de los pies del recién nacido y el resto de sus datos: identificación, nacionalidad y relaciones filiales. Ese primer documento da paso a la partida de nacimiento, la cédula y culmina con el pasaporte”, indicó.

 

El estudio hemerográfico de Cecodap abordó las comunidades indígenas y detectó que existen 34 asentamientos distribuidos en 8 estados del país, pero el Consejo Nacional Electoral solo cuenta con 4 oficinas de registros para esa población, todas ubicadas en el estado Bolívar, mientras que en Amazonas funcionan oficinas municipales, con poco funcionarios que agilicen el trabajo de registro de nacimientos.

 

 

“Con la entrada en vigencia de la Lopnna el Estado saldó la deuda con los niños sin identidad. Hoy, la falta de identificación en niños implica un retroceso de al menos 18 años. Un niño recién nacido que no sea identificado es mucho más vulnerable a ser víctima de violencia. Es un niño sin seguridad jurídica ni protección”, sostuvo Gil.

Fallas en la estructura del sistema

Hasta octubre del año pasado, la investigación de Cecodap en  Caracas contabilizó 235.362 niños y niñas de 9 años de edad que tramitaron su documento de identidad en las oficinas del Sistema Nacional de Identificación y Extranjería, mientras que por la ruta Simón Rodríguez esa ONG registró 1.112 niños y niñas.

“Padres se mantuvieron a la espera de la entrega de la cédula por más de un año. La respuesta: no hay material. Los casos sumaron 317.000 niños y niñas sin la cédula de identidad en mano. Pero resulta más irresponsable que el Instituto Nacional de Estadísticas estime que para el año 2020 existan en el país 554.174 niños y niñas cedulados, sin tomar en cuenta que el julio del año pasado fue suspendido el trámite de cedulación por primera vez”, manifestó Gil.

Con la crisis humanitaria compleja, familias migraron a otros países y con ellos niños menores de edad sin cédula, otros sin pasaporte, debido a los costos elevados y la demora para entregarlos.

De 2014 a 2018 la Unidad Tributaria aumentó 136% y la emisión del pasaporte se ancló al petro. De 7.200 bolívares pasó a 160.000 bolívares, lo que significa un incremento de 2.200% en el costo del pasaporte para los niños, niñas y adolescentes.

 

«Si una familia tiene tres niños, el pasaporte se vuelve un documento inaccesible debido al costo. Si a esto le agregamos el fenómeno de la migración venezolana, la vulnerabilidad es alta”, indicó Gil.

El abogado Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap, señaló: “El Estado no solo mata a los niños, niñas y adolescentes por la falta de acceso a las medicinas, sino también los mata civilmente».

 

Trapani recomendó al Estado reconocer  también la crisis del acceso a la identidad. Los niños están migrando sin documentos debido a esos problemas. Eso los vuelve más vulnerables, mientras que el cobro de los gestores llega a los 2.000 dólares. Eso no es una garantía del acceso al documento de identidad internacional como lo es el pasaporte, dijo.


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