Varias iglesias en Venezuela reciben los diezmos mediante pago con tarjeta de débito ante la crisis económica del país y la escasez del efectivo.

«Si no fuera por el punto, estaríamos pasándola muy mal», expresó el padre Alirio Suárez, justificando que para muchos es imposible aportar con el salario mínimo.

Los domingos en la iglesia de San Alfonzo en el Paraíso cuando hay siete misas y concurren más feligreses se recolecta unos 4.000.000 de bolívares en efectivo, poco menos de un dólar. Los aportes con tarjeta triplican la cifra.

José Manuel León, párroco de la iglesia Preciosísima Sangre, optó por las transferencias bancarias para compensar lo que no llega a la bolsa. En lugar de billetes, «la mayoría de la feligresía» deposita el comprobante de la operación, donde escriben «donativo o colecta».

«La misma gente dice: pongan el punto en la entrada y cuando pasemos pagamos y echamos el papelito. En las crisis hay que ingeniárselas», indicó León.


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