Desinversión y desidia son los términos que mejor definen las condiciones de las edificaciones educativas en el país. La falta de mantenimiento y de construcción de nuevos centros educativos en primaria y secundaria han sido la norma desde 1998, aseguró Tulio Ramírez, coordinador del doctorado y posdoctorado en Educación de la Universidad Central de Venezuela.

“Hace cuatro años se calculaba que hacían falta 4.000 escuelas para atender a la población escolar de básica y secundaria. Desde 2015 no publican datos exactos, pero esta situación se mantiene. Desde 1998 la educación no ha sido prioridad, de ahí la desinversión y falta de mantenimiento”, afirmó.

A juicio de Ramírez, la sistemática ausencia de políticas de mejora e impulso de la infraestructura educativa obedece a un modelo que ha desvirtuado la misión de la educación, como componente del progreso: “La improvisación ha sido permanente. La educación ya no es un medio de movilidad social ascendente y formadora de talentos para el desarrollo del país y se convirtió en una forma de ideologizar, por eso poco importa la calidad docente o la innovación de la planta física”.

El experto en educación considera que la deuda del Estado, en cuanto a la construcción de escuelas, se ha atenuado por la deserción. “Es posible que en dos años sobren escuelas si continúa el éxodo al ritmo que hemos visto en los últimos dos años”, puntualizó.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!