La mayoría de los pasajeros que usa el Metro de Caracas se enfrenta a diario con el deterioro veloz del transporte subterráneo: carencia de plantas eléctricas ante las fallas del servicio de electricidad, falta de aire acondicionado, escaleras mecánicas detenidas, retraso de trenes e inseguridad.

“Los trenes de la Línea 1 siempre vienen llenos y ya no es un tema de hora pico, sino que a cualquier hora los vagones están congestionados, sin aire y siempre con mal olor”, dijo una caraqueña usuaria habitual del sistema, que prefirió resguardar su identidad.

Pasajeros de la Línea 3 relataron que el servicio es más crítico los fines de semana. “Podemos esperar hasta media hora y en la semana desde 10 hasta 15 minutos. Siempre hay mucha gente en los andenes, sobre todo en Plaza Venezuela. Uno siente pánico por la inseguridad”, dijo otra ciudadana que no entiende por qué en el subterráneo “se ha perdido el civismo” que lo caracterizó cuando se fundó hace 41 años.

Luis Manuel Aguana, ex gerente corporativo de Tecnología del Metro de Caracas y miembro de la Asociación Civil Familia Metro, afirmó que la empresa del Estado va en “vía de cierre” y aseguró que no hay el debido mantenimiento de los rieles dentro de los túneles, que debe realizarse aproximadamente cada 10.000 kilómetros, por lo que el contacto rueda-riel sufre mayor desgaste. “En la actualidad se efectúa de manera superficial porque no existe personal capacitado. En el año 2002 denunciamos que se ordenó la suspensión de esos trabajos en las vías férreas, los cuales son absolutamente necesarios incluso para la seguridad de los pasajeros. El gobierno mete policías en lugar de técnicos”, expresó al referir la falta de formación de los operadores.

Aguana atribuyó las fallas diarias del servicio a que “el personal técnico formado por años y con experiencia se retiró de la empresa y las nuevas generaciones no están bien entrenadas. La gerencia del Metro abandonó el cuidado preventivo y olvidó que el sistema no origina ingresos, razón por la cual muchas empresas no suministran repuestos. Al momento de pagar no hay dinero”, señaló. “Los vagones, las vías férreas, las estaciones, las unidades de Metrobús y las líneas 1, 2 y 3 sufren la falta de mantenimiento”.

De 48 trenes que existían de acuerdo con el contrato por más 1.000 millones de dólares, firmado por el gobierno para los años 2008-2012, solo hay 32 operativos, pues 16 están dañados; no se incluyeron las piezas de los vagones para las reparaciones requeridas”, indicó.

Aguana advirtió que el personal de la compañía no recibe capacitación como ocurría antes de 2002 y aseguró que en los últimos años han afrontado serios problemas de formación. “Actualmente a los operadores les dan entrenamiento durante mes y medio y por eso suceden suspensiones del servicio, como las que ya han ocurrido”.

EL DATO

La paralización del Metro puede ocasionar un colapso en la ciudad. Hasta mayo de 2010, la empresa movilizaba a 39 millones de pasajeros; el promedio por año hasta hoy sumaría unos 470 millones de usuarios. La falta de trenes y el aumento de pasajeros han hecho que el tiempo de espera sea más largo, y que la Línea 1, la que más transporta gente, se abarrote. Las líneas 2, 3 y 4 y los metrobuses también muestran el deterioro.


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