Debido a la escasez de combustible que existe en el estado Táchira las colas para abastecer los vehículos de gasolina son muy largas, lo cual ha provocado un mercado paralelo en el que lo ciudadanos pagan en pesos colombiano para ser atendidos de manera inmediata en la estación de servicio.

Funcionarios de diferentes departamentos de seguridad están al tanto de la situación y la aprovechan, reseñó La Opinión de Cúcuta.

“Los guardias nacionales y hasta los dueños de las bombas se prestan para eso”, dijo Héctor Moros, un conductor que llevaba tres días esperando en la cola de una gasolinera. Indicó que en otras ocasiones le han cobrado entre  5.000 y 10.000 pesos.

La gobernadora del estado Laidy Gómez también denunció el problema y la complicidad de los uniformados ante la situación.

Con información de La Opinión


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