La fe en sí misma la ayudó a crear su propia firma tras cuatro años de trabajo. Gabriela Campos, orfebre venezolana, abrió las puertas de su taller para dar a conocer la historia de su emprendimiento en Venezuela.
“Me inicié con Johanna Palacios, orfebre, en su taller y luego me independicé. A raíz de un curso de orfebrería, tenía una amiga que siempre me dijo que lo intentara porque decía que tenía habilidad con las manos”, expresó la emprendedora en medio de carteras, piezas de metal y joyas creadas por sí misma.
Aunque considera que emprender en tiempos de crisis es una tarea un “poco difícil”, aseguró que la confianza y la fe por lo que se hace son los detonantes de un éxito seguro.
“Ser emprendedores en Venezuela es muy difícil. Tienes que guapear muchísimo y patear muchísimo la calle porque es difícil conseguir los materiales y jugar con eso”, agregó.
Campos argumentó que hasta en el peor de los gobiernos se puede triunfar y que todo se trata de la actitud que se tome, de tener ganas y mente positiva.
Contó que sus productos han tenido buena receptividad por parte del público venezolano. Sin embargo, debido a la situación económica que atraviesa el país, las ventas han bajado. “Anteriormente estaba en varias tiendas, pero muchas han cerrado”, relató.
“La mujer venezolana es muy coqueta y le gusta mucho combinarse. Mis creaciones tienen mucho color, por lo que también llaman la atención en otros países”, indicó.
Expresó que una de sus metas es internacionalizar su trabajo, y lo está logrando. Hace un tiempo en un feria de Caracas conoció a un contacto que le permitió llevar sus piezas de orfebrería a otras fronteras.
“Estoy proyectando mi marca hacia afuera. Estoy en una tienda en Miami y trato de ir aproximadamente cada seis meses a Estados Unidos”, dijo.
Aseguró que en ese país su trabajo llama mucho la atención debido a la diversidad de colores, los materiales que usa y por la forma en la que es realizado: a mano. “Y allá, eso se hace poco”.
Su mensaje para los venezolanos es que, a pesar de la crisis y las adversidades, sí se puede lograr lo que se quiere.