El lunes, sobre las 7:40 pm, tras un día fuerte de protestas y represión, cuando la vida cotidiana comenzaba a recobrar su ritmo y el tránsito circulaba más o menos de manera natural, 4 unidades de Metrobús, 3 en Altamira y una debajo del elevado de Los Dos Caminos, escoltadas o secuestradas por un grupo de casi 40 motorizados armados y encapuchados, fueron abandonadas, incendiadas y los responsables se dieron a la fuga.

Los alcaldes Ramón Muchacho y Carlos Ocariz, de los municipios Chacao y Sucre, respectivamente, hicieron la denuncia en rueda de prensa, y manifestaron una profunda preocupación ante la extraña manera en que los dos acontecimientos fueron desarrollados con el mismo modus operandi por parte de los “violentos”.

“Nosotros no somos gafos ni vamos a aceptar ollas podridas por parte de desadaptados que quieren generar una falsa violencia, una violencia artificial en el municipio. Es muy extraño que esto sucediera con motorizados armados en una zona donde ya no había ninguna protesta. Claramente es una olla, por eso lo advertimos al país. Nosotros nos deslindamos completamente de estos hechos tan sospechosos. Un vecino indicó que vio salir del Parque del Este a grupos motorizados”, declaró Ocariz.

La policía de Sucre intervino para evitar que secuestraran a un segundo autobús y el hecho desencadenó una persecución, pero los motorizados se dieron a la fuga. En la zona se presentó Protección Civil y los equipos de cisternas de la Alcaldía apagaron el incendio. No se reportaron heridos ni muertos.

Anunció Ocariz que presentarían el caso en la Fiscalía General porque es imperativo que no haya impunidad: “Nosotros no somos acusadores, somos alcaldes. Siendo una orden, como estamos convencidos de que lo fue, queremos saber qué pasó y quiénes son los autores intelectuales de este incidente”.

Sin piloto. El alcalde de Chacao explicó que al cierre de la tarde del lunes, en Altamira había una relativa calma. De pronto, funcionarios apostados en el Centro Plaza le informaron que dos autobuses se dirigían a muy alta velocidad hacia Altamira, seguidos y rodeados por grupos motorizados encapuchados. Cuando las unidades fueron posicionadas en frente a la plaza, procedieron a quemar uno de ellas.

Un tercer transporte de Metrobús fue dispuesto en la avenida Ávila (la que conecta la autopista con Altamira) y con “una gran irresponsabilidad la incendiaron y a la vez la echaron a rodar sin piloto hacia abajo. Se hubiera podido estrellar en cualquier parte o causar una tragedia enorme”. El autobús se precipitó calle abajo hasta estrellarse contra el muro del Banco del Libro donde terminó de incendiarse.

Advirtió Muchacho que desde hace dos meses la ruta del Metrobús de Altamira no funciona porque el Metro de Caracas la cerró preventivamente. Además, Polichacao practica el cierre también preventivo de las vías cuando hay protestas para que no ingrese en el municipio transporte pesado. “Nuestra policía municipal está intervenida y a las órdenes del Ministerio de Interior”, recordó.


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