Tras familias del estado Vargas se encuentran en condición de refugiados, en Pariata, desde hace 10 años, cuando sus viviendas corrían riesgo de desplomarse.
En el refugio hay dos menores de edad. Uno debe ser operado y el otro presenta diarrea debido a las condiciones sanitarias del lugar, reseñó La Verdad de Vargas.
Alejandra Chávez, una de las mujeres del refugio, indicó que los jefes de las familias no tienen empleo por lo que sobreviven con él dinero que envía un familiar desde Ecuador.
“Ya no me puedo sentar en la poceta porque sufrí de una infección. Todo está colapsado en este refugio. Prometieron sacarnos en pocos meses y tenemos casi diez años abandonados”, dijo Chávez.
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