Este 24 de abril murió en Santiago de Chile el propietario del decano de la prensa chilena, El Mercurio, Agustín Edwards Eastman. Nació hace 89 años en París, en donde viviera hasta los diez años de edad, para volver a Chile en donde cursaría sus estudios hasta hacerse cargo de la dirección del periódico a la muerte de su padre, Agustin Edwards Budge.

Ha sido sin duda ninguna una de las figuras más emblemáticas de la vida política, empresarial y cultural chilena. En muchos aspectos, eje de los grandes acontecimientos que sacudieran al país austral en la segunda mitad del siglo XX. Y en su calidad de propietario y principal factor de El Mercurio, figura altamente polémica en tiempos de antagonismos y cruciales acontecimientos.

“El Mercurio miente” rezaba una gigantesca pancarta en el frontispicio de la Universidad Católica de Santiago en pleno gobierno del líder socialista Salvador Allende y la Unidad Popular. En tiempos de incertidumbres y esperanzas, de temores y de angustias, de cruentos enfrentamientos, cuando una de las más sólidas democracias del continente pareció naufragar en las turbias aguas de una guerra civil, su figura supo mantener el timón de El Mercurio en medio de las procelosas aguas de cambios de histórica hondura. Se le culpó de haber auspiciado y defendido el golpe de Estado de las Fuerzas Armadas chilenas bajo la conducción del general Augusto Pinochet. Negó haber tenido la menor incidencia en el curso y desarrollo de dichos acontecimientos, aunque reconoció haber asumido las posiciones que permitieron mantener el sitial que ha hecho de El Mercurio el principal medio escrito de la República. Sobre las acusaciones de silenciar los oprobiosos hechos ocurridos durante la dictadura militar, sólo tuvo una escueta respuesta: “Creo, sinceramente, que siempre nos esforzamos por informar lo que ocurría. Pero existían limitaciones muy serias que ningún medio pudo superar”.

C. A. Editora El Nacional expresa al periódico El Mercurio y sus periodistas, trabajadores y a su familia sentidas condolencias.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!