Erick Altuve, de 11 años de edad, falleció este domingo 26 de mayo mientras estaba a la espera de un trasplante de médula en el hospital J. M. de los Ríos, en Caracas.

El niño formaba parte de un grupo de 30 pequeños que sufren de leucemia linfoblástica y requieren trasplantes de médula ósea. Con Altuve son cuatro muertes confirmadas por este motivo en el recinto de salud pediátrico durante el mes de mayo.

Giovanni Figuera, de 6 años de edad, murió el pasado 6 de mayo. Posteriormente, se dio a conocer la muerte de Robert Redondo, de 7 años de edad, hace apenas dos días.

Yeiderberth Requena, de 8 años de edad, falleció este sábado en la noche mientras estaba en terapia intensiva. Tuvo una segunda recaída de su condición.

Una fuente confirmó a El Nacional que los niños fallecidos han sido diagnosticados con neumonía en el hospital debido a las pésimas condiciones de la infraestructura.

Es “la gotera de niños muriendo en espera de decisiones políticas”, reflexionó Susana Raffalli, activista de derechos humanos.

Se conoce extraoficialmente que el centro asistencial infantil no tiene antibióticos para suministrar a los pacientes.


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