“El salón de belleza era mi único ingreso y el de mi familia. No me gradué de bachiller y trabajo desde los 16 años porque a mí me inculcaron que debía trabajar. No disfruté mi juventud por eso, para que ahora te destruyan la vida así. No hay palabras”, expresó Martha, propietaria, junto con su esposo, de una peluquería, uno de los seis locales del centro comercial Hito, Los Teques, que fueron saqueados el miércoles en la noche por personas montadas en camiones custodiados por motorizados armados. “Los Teques estaba lleno de colectivos y motorizados. Saquearon más de la mitad del negocio. Es algo que cuesta asumirlo porque son pérdidas demasiado grandes”.

La comerciante María Auxiliadora Araujo, dueña de la carnicería El Paso, describió los destrozos que los saqueadores causaron en su local el miércoles a las 10:00 pm. “Me llamaron por teléfono para avisarme que estaban saqueándonos, que rompieron todos los vidrios y se llevaron toda la carne”. Quiso acercarse al negocio, pero las vías estaban obstaculizadas. Durante el saqueo, no hubo ninguna policía de orden público (PNB y GNB) que detuviera el acto vandálico. “Aparecieron al final, pero ya se habían llevado todo”, añadió.

“Esa noche no pudimos dormir porque se escuchaban disparos, la gente corría y gritaba”, afirmó Alberto, un ingeniero residente de San Antonio de los Altos, mientras Mónica, una vecina de Las Minas, que queda cerca de la redoma de esa urbanización, contó cómo la situación de violencia ha perturbado su cotidianidad.  “Anoche (miércoles) los guardias estaban cantando la canción de Patria Querida para provocar a los muchachos”.

Las comunidades de Los Teques, San Antonio de los Altos, y Carrizal, en los Altos Mirandinos, han padecido desde el lunes pasado la peor semana de violencia, tras la arremetida de miembros de la Guardia Nacional Bolivariana y de la Policía Nacional Bolivariana, así como de grupos de motorizados armados contra manifestantes en acciones callejeras, en las que murió un biólogo y dejaron más de 25 heridos.

Ayer, desde tempranas horas de la mañana,  tras los saqueos, las calles de las tres localidades amanecieron llenas de escombros, basura y maniquíes de tiendas saqueadas, que impidieron la circulación de vehículos. En la carretera Panamericana se permitía el paso de forma intermitente, mientras que el resto de los accesos que conducen a Caracas –vía de La Mariposa, entre otros- permanecían bloqueados o con largas colas de camiones. Desde el lunes, Mónica, como muchos en San Antonio de los  Altos, no ha podido salir de su residencia, y lo hizo ayer solo para comprar comida. En esa localidad solo una panadería abrió a medias, y en Montaña Alta, dos cadenas de supermercados se atiborraron de gente. Las colas eran enormes. Los vecinos viven en constante incertidumbre y temor.

Un vecino explicó que atiende a heridos en las protestas. Expresó su indignación ante el hecho de que la mayoría de las lesiones están en la parte superior del cuerpo. “Todas las heridas que he atendido han sido en el torso y una herida en una mejilla. Y no son balines de goma sino de metal”, añadió.

El Dato

Infiltrados cierran vías

José Fernández, alcalde de Los Salias, indicó que no son los vecinos quienes obstaculizan las vías sino “un grupo de motorizados armados, encapuchados, con radio, que suben a San Antonio por la Panamericana a sembrar temor y a encerrarnos”. Al final de la tarde de ayer, algunos abastos abrieron sus puertas mientras en la calle comenzaba la remoción de escombros.


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