La presidenta de la subcomisión de Niños, Niñas y Adolescentes de la Asamblea Nacional, Melva Paredes, informó que en los próximos días será llevado a plenaria el informe final del viaje realizado a la frontera con Brasil, donde se constató el estado en el que están ingresando infantes a la nación hermana. Casos de desnutrición, enfermedades (sarampión, lechina, rubios, fiebre amarilla), abandono que se han hecho frecuentes y hasta muerte, se reportan.

Paredes recordó que junto a la diputada Karín Salanova se trasladaron vía terrestre el pasado 29 de mayo, para evaluar el trayecto que hacen los  venezolanos que huyen del país. «Nuestros indígenas no se escaparon de la diáspora, hasta principios de junio en Pacaraima había un registro que contabilizaba 120 infantes, sólo de la tribu Warao, tres de ellos con VIH, que están siendo tratados con medicamentos retrovirales, pero para ese entonces no habían números de los criollos, por lo que Acnur iniciaría un censo el 11 de junio en ese punto para tener un mejor control y permitir a los venezolanos ingresar en calidad de refugiados».

La parlamentaria indicó que entre el personal que acompañó en el viaje estuvo el presidente de Hogares Don Bosco, el licenciado especialista en violación de DD HH de niños, niñas y adolescentes, Leonardo Rodríguez.

«Estando en el lugar vimos el caso de un menor de 11 años que desconocemos si fue abandonado por sus padres, lo cierto es que la Policía Federal se apoyó en el Consejo Tutelar de Brasil para brindarle protección y fue enviado a Boa Vista, para ser integrado a una Unidad de Atención, es preocupante porque ese tipo de casos se reportan con frecuencia también en Colombia, lo más doloroso fue conocer el deceso de tres pequeños que llegaron con tuberculosis», agregó.

Calificó como alarmante la cantidad de adolescentes durmiendo en carpas y camas de cartón a la intemperie. «La salida que ven es huir, como fue el caso de dos jóvenes de Aragua de 15 y 16 años, quienes se arriesgaron porque no tenían nada que comer en su casa». Y aunque no se crea, los menores pueden cruzar la frontera con Brasil sin sus padres ni representantes, quedándose sin la protección familiar, lo que agrava también la situación migratoria.

«Esos niños son sometidos a estados de depresión y frustraciones, ya que son trasladados a casas de abrigos donde son dados en adopción, perdiendo sus nombres y apellidos, un lamentable destierro antes de perder la vida por hambre o enfermedades que no pueden ser tratadas en el país que los vio nacer. Llegó el momento, vamos a ponerle nombres y rostros a los responsables de esta dolorosa e implacable tragedia».

La diputada Melva Paredes aseguró que el gobierno venezolano no está ofreciendo condiciones para que los menores puedan tener un desarrollo óptimo, por el contrario, los ha sometido a infinidades de calamidades que va desde crecer en un ambiente no libre de violencia, pasando por la ausencia de una alimentación básica y en el peor de los casos el derecho a la vida, ya que es una sentencia a muerte sufrir de una enfermedad porque no hay medicamentos y menos se puede cumplir con procedimientos para trasplantes de órganos. De la misma manera agradeció a Brasil por la labor que viene poniendo en marcha y no descartó efectuar otra visita, para continuar con las investigaciones.

Con información de nota de prensa.


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