Dignora Hernández, sub-jefa de la Fracción 16 de julio, destacó que los índices de deserción estudiantil y docente de la actualidad hablan de una profunda crisis económica.
Afirmó que el tema salarial se suma a esta situación. El monto máximo para un profesor a tiempo completo, es de 5.000.000 bolívares, que «no alcanzan para cubrir los gastos básicos de una familia».
Para la parlamentaria la imposibilidad de hacer elecciones en las universidades y el nombramiento de autoridades a espaldas de la comunidad universitaria atenta contra su autonomía.
«Ha sido y es, deliberado el propósito de la dictadura de quebrar las universidades del país, a la quiebra social y económica, se le suma ahora el quiebre político”, señaló la parlamentaria.
Destacó que el costo de mantenimiento de un alumno se ha incrementado por encima de la hiperinflación
“Si a esto unimos que Venezuela es el país con mayor tasa neta de exportación de recurso humano calificado en el mundo, el necesarísimo conocimiento científico se hace cada vez más nulo, condenándonos al aislamiento y a la fatal dependencia respecto a otros países que antes los superábamos aun en el continente”, resaltó.
La parlamentaria alegó que esta pretensión tiene como intención arrinconar a sus combativos medios profesorales y estudiantiles para aminorar su capacidad.
“No obstante esta no será una tarea fácil para el régimen puesto que tenemos expresiones dignas de resaltar en las distintas asociaciones de profesores, como la de la Universidad Simón Bolívar, sin embargo debemos comprometernos más con sus luchas”, expresó Hernández.
Puntualizó que la asamblea naciona no debe seguir indiferente ante la situación, que se trata de que aborden el tema responsable y seriamente.
Con información de Nota de Prensa.