De acuerdo con la clasificación integrada de la Seguridad Alimentaria en Emergencias Humanitarias (IPC, por sus siglas en inglés), que es reconocida por agencias internacionales como Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Programa Mundial de Alimentos y Fews Net, la desnutrición aguda en 31 parroquias de cuatro estados de Venezuela pasó de estado de alarma —con 10% de su muestra de niños con desnutrición vista como moderada o severa— a una crisis porque el umbral de niños bajos de talla y peso superó 11%.

El hallazgo lo obtuvo Cáritas al estudiar la talla y el peso de 1.189 niños de esas parroquias entre marzo y abril, y 642 menores de cinco años de edad quedaron incluidos en  el Sistema de Monitoreo, Alerta y Atención en Nutrición y Salud, que comenzó a elaborarse desde noviembre del año pasado en los estados Vargas, Zulia, Miranda y Distrito Capital. De estos,  190 tienen desnutrición leve, otros 131la presentan moderada y severa, y 321 están en riesgo de padecerla.

Durante la reunión en Roma de Cáritas Internationalis, Janeth Márquez, la representante de la fundación de la Iglesia católica en Venezuela, explicó: “En un primer boletín realizado entre octubre y diciembre de 2016 la desnutrición aguda marcaba 8,9 puntos, cuando las cifras oficiales eran de 3, y ya con estas cifras la situación era de alerta. El segundo boletín fue de enero y febrero de 2017 y marcaba 10 y el último en marzo y abril es de 11,1”.

Susana Raffalli, experta en seguridad alimentaria y riesgo de desastres, agrega que las parroquias de Vargas y Zulia siguen siendo las más afectadas, con 12,3% y 12,8% de desnutrición encontrada en los niños insertos en el programa.

El programa Saman comenzó a medirle el pulso a la nutrición en noviembre del año pasado. Los boletines emanados, si bien no muestran la situación nutricional de toda la entidad, sí revelan quiénes serán los niños más afectados si continúa el problema de seguridad alimentaria en el país.

En el segundo boletín, entre enero y febrero, la proporción total de niños con desnutrición en sus formas leve, moderada, severa y riesgo de tenerla disminuyó de manera general de 52% a 48%, pero entre marzo y abril volvió a subir la cifra 1%.

Raffalli explica que el aumento se debe a la inflación alimentaria o caída de poder adquisitivo de 30% entre marzo y abril. “Se acentuó el desabastecimiento  de fórmulas infantiles y aumentó la conflictividad social en marzo con la disolución de la Asamblea Nacional. Esto en abril se traduce en mayores dificultades para el acceso al alimento por las manifestaciones, saqueos y miedo de la industria de sacar alimentos”, acota.

“La asistencia humanitaria al final es un mecanismo de protección social. Lo primero que debió usarse en Venezuela es una asistencia humanitaria con sus propios recursos para ponerles un salvavidas a estos niños como lo está haciendo Cáritas, para pasar por la crisis sin verse afectados y sin verse lesionados”, recalca Raffalli.


CIFRA

158 niños con desnutrición leve y en riesgo fueron recuperados en los viveros que organizó Cáritas para abordar los primeros 427 casos encontrados el año pasado


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