Desde el 8 de mayo, los ferieros, como se les conoce a los transportadores de frutas y hortalizas de la zona de montaña del Táchira, paralizaron sus rutas a causa de la inseguridad imperante en las carreteras.

Los choferes, carros y cargas fueron objeto de ataque en reiteradas oportunidades; incluso, uno de los ferieros recibió impactos de bala para despojarlo de su camión en el estado Cojedes, lo que conllevó a la realización de asambleas permanentes en las que al final los comerciantes de rubros agrícolas tomaron la decisión de resguardar sus unidades de transporte.

La difícil situación fue objeto de protestas en la localidad de La Grita y la manifestación dejó como saldo cinco personas detenidas por parte de la Guardia Nacional Bolivariana. Luego de su presentación en tribunales, fueron dejados en libertad con la condición de consignar dos fiadores por cada procesado, hacer trabajo comunitario y presentarse semanalmente en tribunales.

Han transcurrido 20 días y la situación para trabajar no ha mejorado. Oscar García, feriero consultado, señaló que los que deciden salir con las cargas de hortalizas y frutas, lo hacen afrontando las eventualidades que se registren en el camino.

“Se está trabajando a riesgo. Si siguen las manifestaciones toca guardar las unidades. Toca proteger los bienes que se han adquirido con mucho esfuerzo. Va pasando uno por la vía y sale una manifestación y le queman el vehículo o saquean, por eso se decidió no salir”, explicó.

García calcula que cerca de 400 camiones de los más de 1.000 que visitan 200 ciudades del país han salido con las cargas en los últimos días, pero la historia de inseguridad se repitió.

“El martes, los que fueron para Puerto La Cruz-Barcelona, les tocó resguardar las unidades porque fue saqueada una gandola”, contó García.

El ofrecimiento. Representantes militares en la entidad, en conversación con los ferieros, les ofrecieron custodia entre regiones para que mantuvieran los trayectos, pero el compromiso fue incumplido.

“De boca para afuera prestan el servicio de seguridad, pero en sí no tienen la capacidad para dárnosla”, señaló el feriero.

Daniel Aguilar, presidente de Fedecámaras Táchira, comentó que la salida a viajar de algunos ferieros se debe a que ciertos productos deben cosecharse y sacarse a la venta.

“Ellos saben de la situación de indefensión al transitar por las carreteras del país y más cuando las autoridades no brindan la seguridad que se les ha exigido, porque grupos al margen de la ley vienen cometiendo fechorías, con el apoyo de los reductores de velocidad”, agregó Aguilar.

Según cifras ofrecidas por José Morantes, jefe de la REDI-Andes, en la zona de montaña operan 368 camiones para la distribución de verduras, hortalizas y frutas con lo que se restablece la distribución de productos del campo.

El dato

110 kilómetros es la distancia entre La Grita y San Cristóbal y, aunque en el mismo estado se produce la zanahoria, en 15 días el kilo de la hortaliza pasó de 5.000 a 8.000 bolívares. Similar incremento lo experimentaron el cebollín, la cebolla, el ajoporro, el apio, el guineo, el limón y la parchita. La papa y el tomate se mantuvieron entre 2.800 y 3.000 bolívares por kilo.


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