En Venezuela el abuso de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad del Estado se ha convertido en una situación común, el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) registró 8.292 personas ultimadas por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, la Guardia Nacional Bolivariana y del ejército desde el año 2015 hasta el primer semestre de 2018.

Violaciones de derechos humanos, violencia doméstica y abuso de poder por parte de los cuerpos de seguridad del Estado, son algunos de los casos que dirige la fundación El Clamor.

El Clamor es una fundación conformada por un grupo de madres de jóvenes que fueron asesinados por funcionarios policiales. La organización se dedica a visibilizar los casos de las víctimas y a brindar asesorías a personas que pasen por una situación similar.

“Un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana asesinó a mi hijo, es por ello que decidí junto a otras madres que pasaron por la misma situación convertir ese dolor en ganas de luchar, porque cuando te diriges a denunciar los casos a la Fiscalía o los tribunales te das cuenta que no eres la única, que hay más casos como el tuyo y es ahí donde surge la rabia, el descontento y las ganas querer luchar para que tu situación no quede impune”, dijo Claudia Villarreal, vicepresidenta de El Clamor a El Nacional Web.

Villarreal indicó que la iniciativa de establecer la fundación, la cual aún no se encuentra registrada formalmente y que realizaba los trámites para estarlo, es porque no hay suficientes organizaciones no gubernamentales (ONG) para la cantidad de violaciones de derechos humanos que ocurren en Venezuela.

“Un día todas las madres no sentamos a conversar y decidimos transformar todo ese dolor en luchar para exigir justicia ante el abuso de poder por parte de los cuerpo policiales y ofrecer ayuda a otras víctimas”, señaló.

Apoyo para las víctimas

La vicepresidenta de El Clamor explicó que una de las labores más importantes de la fundación es el apoyo y acompañamiento para las víctimas de violaciones de derechos humanos.

“Nosotros como organización acompañamos durante todo el proceso judicial, lo que son las visitas a la Fiscalía y a los tribunales”, indicó Villarreal.

Aseguró que la organización también ofrece apoyo psicológico para los familiares de las víctimas, porque es un proceso difícil de asimilar. Destacó que la organización hace todo lo que está al “alcance de sus manos” para ayudar a las personas afectadas.

“Ayudamos hasta lo que esté al alcance de nuestras manos porque nosotras como fundación no tenemos ningún apoyo económico externo”, señaló.

Cercenaron el derecho a la vida de mi hijo

Claudia Villarreal es la madre de Luis Martín Leal Villarreal, un joven de 20 años que fue asesinado por un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) hace dos años y medio.

La madre del joven explicó que su hijo se encontraba realizando una cola para comprar en una cadena de farmacias a las 5:30 am, en el lugar ocurrió una situación irregular, el funcionario de la PNB tuvo una discusión con el joven, por lo que decidió obligarlo a arrodillarse en el suelo y darle un disparo en el pecho.

“El caso de mi hijo llegó a los tribunales y ya el funcionario que lo asesinó tiene acta de detención desde el 15 de enero de este año. Sin embargo, aún no está preso, pero se le detendrá por homicidio calificado, premeditación y alevosía, simulación de hecho punibles, uso de armas intraorganica”, detalló Villarreal a El Nacional Web.   

Señaló que los casos de las otras madres de la fundación también fueron asesinatos por parte de los cuerpos de seguridad del Estado: Policía Nacional Bolivariana (PNB), Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Fuerza de Acciones Especiales (FAES), entre otros.

La vicepresidenta de la fundación hizo un llamado a los familiares de víctimas de violaciones de derechos humanos a no quedarse callados, a denunciar y a ser la voz de aquellos que fueron asesinados.

“Nosotros los padres somos los responsables de elevar ese grito justicia y luchar mientras nuestros hijos descansan, porque ahora nosotros somos la voz viva de ellos porque ellos no podrán hablar nunca más, pero nosotros sí”, finalizó.


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