Madres de los pequeños pacientes del hospital J. M. de los Ríos volvieron ayer a las calles. Cuatro días después de la protesta nacional por el derecho a la salud en centros asistenciales públicos, el Hospital de Niños que recibe a los pequeños con dolencias complejas continúa sin agua y sin atención gubernamental a sus carencias, por lo que los tratamientos fueron suspendidos.

La fundación Prepara Familia informó que las diálisis de las últimas semanas se realizaron con agua de cisternas, y ayer el hospital no pudo ser abastecido por los camiones.

Las madres de los niños de Hemodiálisis salieron desesperadas del hospital y cerraron la calle para denunciar la suspensión del servicio. La vida de los pequeños pacientes corre peligro si dejan de dializarse.

En la ciudad de Mérida estudiantes de la Facultad de Farmacia y Bioanálisis de la Universidad de los Andes realizaron una  protesta pacífica ante la falta de insumos y reactivos para practicar los exámenes médicos, lo que ha ocasionado el cierre forzado de diferentes cátedras con prácticas de laboratorio en ambas facultades, situación que afecta a más de 700 bachilleres de estas carreras.

En reiteradas oportunidades los alumnos perjudicados han denunciado esta situación ante las autoridades universitarias y la colectividad merideña, y no han obtenido respuesta a sus peticiones lo cual ha causado retrasos en la continuidad de los programas de estudios, explicaron los estudiantes.

A primera hora de la mañana los bachilleres tomaron los accesos a esta facultad, ubicada en el sector Campo de Oro en la capital del estado Mérida, y exigieron que se abastezcan las escuelas con insumos necesarios para las materias. Anunciaron que el lunes 23 continuarán las acciones.

También en la carretera vieja de Palo Negro, personal médico del hospital del Seguro Social José Antonio Vargas, de La Ovallera, protestaron en la vía frente a la sede del centro de salud, por la detención “arbitraria y sin orden judicial” de tres trabajadores, entre ellos el médico Domingo Rodríguez, jefe de Traumatología.

“Funcionarios de la FAES entraron armados y encapuchados al hospital, donde está prohibido porque hay niños, y cuando intentamos detener la acción, nos empujaron. La directora María Eugenia Pérez, que es abogada y casi nadie conoce, no estaba presente”, denunció una de las manifestantes durante la protesta en horas de la mañana.

La FAES informó horas más tarde de la captura de una banda organizada que se dedica a emitir de manera fraudulenta reposos médicos, y señaló que las detenciones fueron el resultado de investigaciones en ese hospital.


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